El asesino confeso de 39 personas en la ciudad de Goiania, capital del estado brasileño de Goiás (centro), intentó suicidarse hoy en el interior de su celda con el casquillo de una bombilla rota, informaron hoy fuentes policiales.
El vigilante Thiago Henrique Gomes da Rocha, de 26 años, intentó cortarse las venas con el casquillo, pero el hecho fue impedido por un agente que logró reducirle antes de que se hiciese más daño, dijo a Efe el comisario de la Policía Civil de Goiás Eduardo Prado, uno de los responsables por la investigación.
El homicida confeso necesitó unos puntos de sutura en las muñecas, agregó el comisario.
De acuerdo con Prado, Gomes da Rocha, a quien describió como una persona “fría y calculadora”, “no mostró arrepentimiento en ningún momento”.
Según relató Prado a Efe, el asesino dijo que cometía los crímenes porque “sentía mucha rabia” y que después de los homicidios, tras el “placer inicial”, sentía una “gran depresión que lo empujaba a hacer esas cosas (asesinar) de nuevo”.
La investigación todavía no ha concluido, pero los informes de balística presentados hasta el momento ya han confirmado que el arma que se encontró a Gomes da Rocha cuando fue detenido el miércoles coincide con la que se usó en 6 de los 39 asesinatos de los que se declaró culpable.
Entre sus víctimas se encuentran 16 mujeres, 8 mendigos y otros 15 hombres elegidos al azar, entre los cuales se encuentran varios homosexuales.
La primera mujer muerta en Goiania fue una ama de casa, tiroteada el pasado febrero, y la última, una joven de 14 años que fue abatida a tiros en una parada de autobús urbano a comienzos de agosto.
El director general de Policía Civil del estado de Goiás, Joo Gorksi, dijo ayer en una rueda de prensa que “al principio mataba aleatoriamente y al final estableció un patrón”, afirmó en alusión al “modus operandi” que se repitió en los asesinatos de mujeres.
Según medios locales, el abogado del detenido, Thiago Huascar, pedirá a las autoridades que su cliente testifique de nuevo, ya que, según él, su defendido se declaró culpable “por la presión de tener delante a cincuenta agentes”.
Uno de los comisarios encargados de la investigación aseguró que las declaraciones del sospechoso fueron “grabadas en todo momento” y que por eso cree que esa petición del abogado no prosperará.
Da Rocha fue arrestado el año pasado por robar una matrícula de motocicleta en el estacionamiento de un centro comercial y la Policía sospecha que cambiaba las placas de su vehículo frecuentemente para evitar ser identificado.
El asesino “hacía vida normal” y estaba comprometido con una mujer, aseguró a Efe un portavoz de la Policía.