Dos pasajeros estadounidenses de un crucero que llegó a una isla del Caribe de Honduras fueron devueltos a su país para entrar en cuarentena por haber tenido, uno de ellos, contacto con una víctima del ébola, informó hoy en El Salvador la ministra hondureña de Salud, Yolani Batres.
El crucero llegó el pasado día 15 a la isla hondureña de Roatán, de donde “se los llevaron vía aérea” a Estados Unidos y ahora “están en un hospital de Dallas”, afirmó Batres en rueda de prensa en el marco de una reunión de autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de Centroamérica en San Salvador.
Se trata de una pareja de estadounidenses y la esposa, que es trabajadora sanitaria, “entró en contacto con una de las muestras del paciente que padeció de ébola y que lamentablemente falleció en Dallas”, añadió la ministra, en alusión al liberiano Thomas Eric Duncan, que contrajo el virus en su país y murió el 8 de octubre.
Batres aseguró a Acan-Efe que la trabajadora, de quien dijo desconocer si es enfermera o técnica de laboratorio, “no se bajó del crucero” en Roatán, que la nave se trasladó hacia Belice y que los pasajeros “están en vigilancia”.
Sin embargo, versiones de autoridades mexicanas y de Estados Unidos indicaron hoy que se trata de una pasajera que aún está en el crucero de la empresa Carnival, al cual se le ha negado el atraque en Belice y México.
La funcionaria hondureña aseguró en la rueda de prensa que la trabajadora “tiene más de 19 días de haber entrado en contacto con estas muestras y no ha tenido ninguna sintomatología” de ébola, según reportes del Ministerio de Salud de Honduras, de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos y de la OPS, afirmó.
Apuntó que el crucero llegó a Roatán con “un poco más de 4.500 pasajeros”.