Rodeada de canastos con frutas estaba la comerciante Inés Sequeira, llamando a los clientes a que llevaran cítricos. Entre sus canastos hay un pequeño espacio para levantarse y salir a la hora de un siniestro en el mercado municipal de Masaya.
Sobre la pared que tiene a la espalda, está instalado un pequeño cajón, donde se ve un extinguidor encerrado con candado. En el mercado se instalaron varios extinguidores y alarmas.
La señora dice que en una emergencia difícilmente podría utilizar “ese aparato”, “porque no tenemos la llave, además no nos han enseñado cómo es que se debe de utilizar. Para mí esto no soluciona nada, primero deberían de ordenar el interno del mercado. A nosotros no nos han orientado nada”, dijo.
El comerciante Moisés Rodríguez, miembro de la directiva central de comerciantes, consideró que más que instalar extinguidores o alarmas se debe ejecutar el reordenamiento para despejar las vías y que tanto comerciantes como visitantes puedan salir rápidamente y sin complicaciones.
“El problema en sí, y que es serio, que tenemos en el mercado de Masaya es que no hay callejones de acceso o salida. Aquí no se puede circular porque vendieron todos los callejones y los andenes, y (…) las personas que vienen a comprar no tienen libre acceso y mejor se van a otro centro”, indicó Rodríguez.
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