Nicaragua está perdiendo la batalla contra la pobreza, o su lucha está estancada. Si bien la Encuesta de Hogares para la Medición de la Pobreza que publica hoy la Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (Fideg), señala que entre 2009 y 2013 la pobreza general se redujo 4.2 puntos porcentuales, la mejora se traduce a casi cero cuando se toma en cuenta el impacto del crecimiento poblacional en ese periodo.
En 2009, con una población de 5.74 millones, según cifras del Fideg el 44.7 por ciento vivía en pobreza general, es decir 2.56 millones de nicaragüenses vivían con menos de dos dólares al día. Y aunque en 2013 el nivel de pobreza se redujo a 40.7 por ciento, la población se elevó a 6.1 millones, y por tanto este mal afectaba a 2.47 millones.
Es decir que con relación al número de pobres de 2009, en el último quinquenio apenas unos 90 mil nicaragüenses han superado este cáncer socioeconómico. Solo el año pasado, según el estudio de Fideg denominado Dinámicas de la Pobreza en Nicaragua, 2009-2013, unos 13 mil nicaragüenses dejaron de ser pobres respecto a 2012, al reducirse la tasa de pobreza 2.2 puntos porcentuales.
2.4 % El error estándar de la encuesta de Fideg a nivel nacional, con un nivel de confiabilidad del 95por ciento.
Los resultados de este estudio se recogen a partir de la construcción de una base de datos panel a nivel de hogares con información de pobreza entre 2009 y 2013, con una muestra de 1,730 hogares (50.5 por ciento ubicados en las áreas urbanas y 49.5 por ciento en áreas rurales) distribuidos en todo el país.
La muestra fue diseñada utilizando como marco muestral la cartografía del Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos en el año 2005, y es representativa a nivel nacional, urbano y rural, precisa el Fideg en su estudio, realizado con el apoyo de la Agencia de Cooperación Suiza en América Central y el Gobierno de Canadá a través de Relaciones Exteriores, Comercio y Desarrollo.
POBREZA EXTREMA CASI AL NIVEL DE 2009
Es en la pobreza extrema nacional o vivir con menos de un dólar al día donde la pérdida de la batalla está más clara. Según Fideg, el año pasado este indicador se situó a niveles casi similares de 2009, al cerrar en 9.5 por ciento, ligeramente inferior al 9.7 por ciento de ese entonces. En relación con 2012 aumentó 1.9 puntos.
Este incremento se explica en parte a que en la zona rural este tipo de pobreza elevó drásticamente su nivel de incidencia. Independientemente de la medida que se elija, los datos sugieren que en el área rural hubo una tendencia hacia la reducción de la pobreza extrema durante el período 2009-2011, pero esta se revirtió durante los años 2012 y 2013, lo que representa un alerta.
Las mejoras de los tres años anteriores a 2012 coincidieron con el incremento de precios internacionales de los productos agrícolas. Eso favoreció a los campesinos que vendieron sus productos de exportación a mejores precios, lo que propició un entorno de mayor bienestar económico, realidad que no era sostenible, advirtió en su momento Fideg.
En cuanto a distribución de la población, según cifras del Banco Central de Nicaragua, el 58.3 por ciento está asentada en el área urbana y el restante en el rural. Es decir que tomando en cuenta el nivel poblacional registrado oficialmente en 2013, el campo era hogar de unos 2.54 millones de nicaragüenses.
Del total de este segmento poblacional, según Fideg, hasta el año pasado 61.5 por ciento vivía con menos de dos dólares al día, ligeramente superior al 61.3 por ciento de 2012.
CLASE NO POBRE, VULNERABLE
En su informe, Fideg alerta sobre la vulnerabilidad de las personas que están saliendo de la pobreza, que no logran sostenerse en el tiempo.
Los resultados de nuestro estudio señalan que del total de hogares que en un año fueron clasificados como no pobres, el 15.7 por ciento cayó en pobreza no extrema al año siguiente. Adicionalmente que del total de hogares que fueron observados durante los cinco años del estudio y que en el 2009 fueron clasificados como no pobres, 61.8 por ciento logró permanecer sin caer en pobreza durante los cuatro años siguientes. Es decir que, del total de hogares que en el 2009 fueron clasificados como no pobres el 38.2 por ciento cayó en pobreza en alguno de los cuatros años siguientes, por lo tanto son hogares vulnerables, explica.
Y señala: La vulnerabilidad es mayor en el caso de los hogares rurales y en el caso de los hogares más numerosos. Asimismo aumenta cuando el jefe del hogar es hombre, cuando tiene más años de edad y cuando tiene menos años de estudio aprobados. De igual forma la vulnerabilidad es mayor en aquellos hogares cuyo jefe está ocupado en actividades agropecuarias, cuando el empleo es informal y cuando trabajan por cuenta propia.
Del informe de Fideg se desprende que la pobreza en los últimos cinco años se ha reducido a un ritmo de casi un punto porcentual anual, que de mantenerse esa tendencia en los próximos años y suponiendo que la tasa de crecimiento poblacional es cero, el país requeriría más de 40 años para acabar con este mal. Esto siempre y cuando también los no pobres actuales logren mantenerse en el tiempo.
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