Ejército y civiles burkineses aprobaron el 13 de noviembre por unanimidad un documento que fija las instituciones de transición de Burkina Faso, una etapa hacia un regreso a la normalidad después de que los militares derrocaran al presidente el 31 de octubre.
“El proyecto de carta ha sido votado por unanimidad”, afirmó Henry Yé, presidente de una comisión que reunía a la oposición, las autoridades religiosas y tradicionales, la sociedad civil y el ejército.
La adopción de esta “carta de la transición” tuvo lugar bajo los aplausos de unos 80 delegados presentes, que entonaron el himno nacional.
El presidente de la transición, un civil, será nombrado por un colegio electoral, indicaron unos delegados.
El presidente de la asamblea, denominada Consejo Nacional de Transición (CNT), una cámara de 90 miembros, también será un civil, según las mismas fuentes.
El ejército que pretendía conseguir ese puesto acabó cediendo frente a los civiles, reconoció en la tarde del jueves el teniente coronel Isaac Zida, el hombre fuerte del país africano.
El primer ministro, nombrado por el presidente, podrá ser un civil o un militar, según los delegados. Encabezará un gobierno de 25 miembros. Presionados por la Unión Africana y sus socios occidentales, los militares han tenido que hacer concesiones.
La oposición y la sociedad civil habían pactado la carta de transición el pasado domingo, pero el documento tenía que ser aprobado por los militares. El ejército tomó el poder el pasado 31 de octubre después de derrocar al presidente Blaise Compaoré, que llevaba 27 años al mando del país, y que pretendía modificar la Constitución para seguir gobernando.