El gobierno de Estados Unidos patrulla ahora casi la mitad de la frontera mexicana sólo con aviones no tripulados, en un cambio mayormente silencioso para controlar tramos desolados donde no hay agentes, torres con cámaras, sensores terrestres o cercas, y planea extender la estrategia a la frontera con Canadá.
Representa un cambio significativo respecto al enfoque de décadas que enfatiza colocar vallas y agentes en el lugar. Desde el 2000, la cifra de agentes de la Patrulla Fronteriza en la frontera de 3,145 kilómetros (1,954 millas) se ha incrementado a más del doble para superar los 18,000 y la colocación de cercas aumentó nueve veces a 1,126 km (700 millas).
El drone Predator Bs vigila montañas, cañones y ríos con una cámara de video de alta resolución y regresa en tres días para otra observación, según dos funcionarios con conocimiento directo de la estrategia que pidieron no ser identificados debido a que no se han hecho públicos los detalles de la misma.