El 19 de noviembre de 2012, Nicaragua celebró el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el conflicto limítrofe con Colombia. No se ganó todo lo que se quería, ya que se perdieron San Andrés, Providencia y otras islas, pero se ganó o recuperó una cantidad importante de mar llena de recursos pesqueros, con posibilidades de exploración de minerales y de hidrocarburos, entre otras riquezas.
Hoy, dos años después, ese fallo no se termina de cumplir en su totalidad. Más bien, como dice el experto en Derecho Internacional, Mauricio Herdocia, Nicaragua ha logrado ejercer sus derechos de pesca y de vigilancia en el territorio marítimo ganado de una forma “limitada”.
Colombia, que desde el mismo 19 de noviembre de 2012 dejó claro que no iba a acatar la sentencia, ha mantenido una “presencia amenazante” en el mar nicaragüense a través de sus fragatas frente a las frágiles embarcaciones de los pescadores nicaragüenses, que, según el Instituto Nicaragüense de Pesca y Acuicultura (Inpesca), son entre 12 y 24.
Herdocia indica que ha prevalecido en estos dos años, por parte de Colombia, “una posición contraria al Derecho Internacional”, ya que se ha opuesto a acatar una sentencia en una actitud que contradice lo que dispone la carta de las Naciones Unidas, de que los fallos de la CIJ deben cumplirse.
LA ESTRATEGIA COLOMBIANA
Desde un inicio el presidente colombiano Juan Manuel Santos declaró que el fallo de la CIJ no era aplicable “sin un tratado con Nicaragua”, porque así lo establece el artículo 101 de la Constitución colombiana, por lo cual el Gobierno recurrió a la Sala Constitucional de la Corte de su país. Herdocia explica que ningún Estado puede alegar una norma interna para desconocer el fallo del tribunal internacional y tampoco puede declararlo “inaplicable”.
El Gobierno colombiano también actuó en contra del fallo emitiendo un decreto presidencial, número 1946, del 2013, en el que crea la “Zona Contigua Integral” en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y todos sus cayos. Lo que había ocurrido es que la sentencia de la CIJ había dejado a las islas Quitasueño y Serrana en aguas nicaragüenses y mediante ese decreto Colombia “altera los límites determinados por la CIJ y extiende su territorio unilateralmente. “Lo que separó la CIJ, Colombia pretende unirlo”, explica Herdocia.
Por último, Colombia inició el trámite para retirarse del Pacto de Bogotá de 1948, que reconoce la jurisdicción de la CIJ. La denuncia del pacto de Bogotá Colombia la hizo el 27 de noviembre del 2012 y el artículo 31 de este pacto establece el plazo de un año para que entre en vigencia la denuncia, por lo cual, Nicaragua debía aprovechar ese año para mantener viva la competencia de la Corte.
TRES DEMANDASNUEVAS DE NICARAGUA
Lo primero que Nicaragua hizo, dentro del año que le quedaba para recurrir a la CIJ en contra de Colombia, fue presentar una demanda en la que pide su “plataforma continental extendida”.
Herdocia explicó que el territorio de Nicaragua o su plataforma continental continúa debajo del mar Caribe, es lo que se conoce como suelo y subsuelo. Al agua del mar se le llama Zona Económica Exclusiva. Con el fallo de la CIJ Nicaragua llega a tener más de doscientas millas náuticas de plataforma continental en el mar Caribe y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar le permite al país pedir una “plataforma continental extendida” que, según Herdocia, llegaría aproximadamente hasta las 350 millas náuticas.
Para tener éxito en esta demanda, Nicaragua necesita obtener un informe de la Comisión de Límites de plataforma continental de las Naciones Unidas, lo cual no es fácil por la carga de trabajo de dicha comisión.
El beneficio de obtener una “plataforma continental extendida” es que, además de que se gana más territorio, en el mismo también hay posibilidades de explorar en busca de minerales o hidrocarburos.
Además, Nicaragua presentó una segunda demanda. En ella se pide que la CIJ establezca el curso exacto de la frontera marítima entre Nicaragua y Colombia en las áreas de la plataforma continental que correspondería a cada uno de ellos más allá de los límites determinados en la sentencia del 19 de noviembre de 2012.
Nicaragua presenta una tercera nueva demanda contra Colombia faltando poco tiempo para que entre en vigencia la denuncia del Pacto de Bogotá hecha por Colombia. Lo hace por violaciones a los derechos soberanos de nuestro país en las zonas en el mar Caribe ganadas mediante fallo de la CIJ, así como por amenazas con el uso de la fuerza por parte de los colombianos.
Con esas tres demandas, Nicaragua logra mantener viva la competencia y jurisdicción de la CIJ sobre Colombia después del 27 de noviembre del 2013.
LA OBJECIÓN DE COLOMBIA,TIEMPO PARA NICARAGUA
Colombia buscó la manera de que la CIJ no siguiera conociendo las demandas de Nicaragua y objetó la jurisdicción y competencia de la CIJ, introduciendo un escrito que “ha detenido el proceso de fondo”, indica Mauricio Herdocia.
En la demanda por la “plataforma continental extendida”, Nicaragua debía presentar su memoria el próximo 9 de diciembre del 2014 y Colombia la contramemoria el 9 de diciembre de 2015. Esos plazos van a tener que ser pospuestos, pues la CIJ primero debe resolver la objeción de Colombia.
De esa manera, Nicaragua gana tiempo para esperar el informe de la Comisión de Límites de plataforma continental de las Naciones Unidas.
Ahora, en el caso de la objeción, Nicaragua debe dar sus respuestas a las objeciones colombianas en enero del 2015. Ese es el escenario actual del fallo de la CIJ de hace dos años.
NICARAGUA HA DESARTICULADOESTRATEGIA COLOMBIANA
Para el experto en Derecho Internacional, Mauricio Herdocia, Nicaragua ha logrado desarticular la estrategia de los colombianos, cuya acción más fuerte ha sido iniciar el trámite para retirarse del Pacto de Bogotá de 1948, que reconoce la jurisdicción de la CIJ, pero la misma quedó neutralizada con las tres nuevas demandas de Nicaragua.
Herdocia destacó que, a pesar del discurso hostil de los colombianos, no ha habido “incidentes armados de gravedad” y solo ha existido una retórica de que no acatarán el fallo.
Lo más importante, según Herdocia, es que Nicaragua está ejerciendo su potestad de pescar en el territorio marítimo ganado con el fallo de la CIJ, así como de patrullaje y vigilancia, a pesar de las limitaciones económicas de la Fuerza Naval nicaragüense.
A dos años del fallo del 19 de noviembre del 2012, Nicaragua todavía no goza totalmente de lo ganado en el mar Caribe. Todavía hay retos que vencer.
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