En su propuesta de reforma a la Ley de Concertación Tributaria (LCT) el Gobierno de Nicaragua elimina el límite de las exoneraciones y exenciones fiscales establecida para el próximo 31 de diciembre a los empresarios, pero también amplía los beneficios a sectores como los yates y helicópteros.
Incluso, al derogar el numeral 3 del artículo 288 de la LCT las empresas ya no tendrán la obligación de presentar proyectos que apunten a invertir, crear empleos, elevar su productividad y exportación que eran requisitos para obtener los beneficios fiscales.
Uno de los temas que se toca es el de las cooperativas porque la LCT mantiene en el artículo 32 que no pagarán el IR cuando sus ingresos brutos anuales sean menor o igual a los 40 millones de córdobas. Pero agrega que “cuando este monto sea superado, la sociedad cooperativa deberá pagar el IR por el excedente de dicho valor”.
Marcos Rodríguez, presidente de la Cooperativa Nicacentro de Matiguás, Matagalpa, dijo que “lo negociado a través del Cosep con el Gobierno fue incluir que se reconocería los márgenes de operación para no afectarnos con el impuesto”.
“La inconsistencia de esta ley es que cooperativas que somos grandes por la cantidad de socios estaríamos pagando más impuestos que aquellas cooperativas con pocos socios, pero que comercializan grandes volúmenes de leche”, afirmó.[/doap_box]
TEMOR A IMPACTO POR TPL
La propuesta de reforma la presentó ayer a las 8:00 a.m. el titular de Hacienda, Iván Acosta, en la Asamblea Nacional, y la consideró necesaria por la serie de factores adversos que afectan la economía local, especialmente el impacto que traerá perder el Acuerdo Preferencial Arancelario (TPL, por sus siglas en Inglés) de parte de Estados Unidos con Nicaragua a partir de 2015. Según un estudio de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), siete mil empleos se perderán en 2015 sin la renovación de los TPL.
“Tomamos todos esos elementos para proponer una reforma que ayude o contribuya a que la economía sigua por el sendero del crecimiento (…) y que nos permita garantizar mejores condiciones para los agentes económicos, para los productores, para los trabajadores, para empresarios”, dijo Acosta al presentar la propuesta solo ante medios oficialistas.
El diputado opositor Eliseo Núñez valoró que con todo lo concedido al sector privado en esta reforma el Gobierno “cedió todos sus escudos fiscales en tema recaudatorio, esto en buena parte por el trabajo de la empresa privada por conseguir la renovación de los TPL”.
Para Núñez, políticamente al aceptar todo lo pedido por el sector privado, especialmente con las beneficios fiscales, refleja la gran debilidad de la economía. “Por primera vez vemos a este Gobierno negociar en desventaja, y no es que la empresa privada no haya logrado ventajas en anteriores reformas tributarias, pero hoy quien dicta la doctrina fiscal son los empresarios”, sostuvo el legislador miembro de la Comisión Económica de la Asamblea.
Núñez reconoció que la reforma planteada sí cubre vacíos que tiene la LCT en su aplicación.
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