Como una gran incongruencia, define Azahálea Solís, del Movimiento Autónomo de Mujeres, el hecho de que mientras cada año se le asigna más dinero al Consejo Supremo Electoral (CSE), los ciudadanos nicaragüenses tengan que pagar por la nueva cédula de identidad, si la aplanadora sandinista de la Asamblea Nacional, decide no dar más prórroga al vencimiento de ese documento personal.
“…El Consejo Electoral cada reforma presupuestaria recibe más plata y plata. Ahora dicen que no hay plata para que a la gente se les facilite la cédula de identidad y realmente resulta muy incómodo tener que ir a renovar con nuestra plata, cuando el Consejo Electoral tiene el dinero”, dijo.
“No es posible que nosotros (los nicaragüenses) estemos pagando una enorme seguridad personal, casas particulares y en las playas, del ilegal presidente (Roberto Rivas) del Consejo Supremo Electoral y que no haya dinero para renovar las cédulas de los ciudadanos”, señaló.
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