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Addis Esparta Díaz

Autonomía universitaria: la bella durmiente

Es lastimoso que cuando se define autonomía universitaria se haga parcialmente, limitando el ejercicio de esta al seis por ciento constitucional. A eso se le llama reduccionismo. La autonomía universitaria es aquella donde el docente ejerce su libertad de cátedra sin miedo, donde los estudiantes debaten libremente temas sobre medioambiente, economía de libre mercado, lingüística, género y mujer, violencia intrafamiliar, filosofía, teología, posmodernidad, nanotecnología, derechos humanos, cine, seguridad alimentaria, salubridad, entre muchos otros que son cruciales para el crecimiento humano y ético de sus actores. Lo anterior incluye que las universidades deberían también hacer foros públicos y dialogar sobre el proyecto del Gran Canal y no acallar voces de prestigio como las que tiene la UNAN-Managua. Eso es excluyente. Rabindranath Tagore utiliza una metáfora preciosa que refuerza todo el planteamiento anterior: El bosque sería muy triste si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.

Llama la atención que las carreras de Lengua y Literatura y Filología y Comunicación en la UNAN-Managua posean la Cátedra Rubén Darío y se discuta en ellas la simpatía del poeta por el liberalismo. ¿Qué debe hacer el docente? ¿Negarlo? ¡Claro que no! Debe insertar a Darío en esta y otras corrientes de pensamiento. Estudiar su filosofía, su concepción del mundo. Es por eso, esencial, que Gioconda Belli, Sergio Ramírez Mercado, Ernesto Cardenal, Arquímedes González y otros connotados intelectuales, orgullo de Nicaragua, visiten las universidades públicas para alimentar las cátedras, discutir críticamente sus obras, ya que la literatura es alimento para el cuerpo y el espíritu. El filósofo y escritor francés Voltaire exclamó: Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento.

Por consiguiente, la autonomía universitaria debe caracterizarse por la autorregulación, la autoorganización académica y la autogestión administrativa, es decir aprobar internamente la legislación y normatividad; fijar sus planes y programas de docencia, de investigación y de difusión de la cultura; ingreso, promoción y permanencia de su personal académico, además implica que la universidad pública tenga el libre manejo del presupuesto asignado por el poder legislativo y de los ingresos por sí misma generados, aunque debe observar las disposiciones en materia de rendición de cuentas y de transparencia en la información, tanto al interior como al exterior de la institución universitaria.

Por eso, es importante cerrar todo resquicio a la posibilidad que actores externos a la universidad interfieran en los procesos de elección y designación de autoridades universitarias. Nuestro compromiso no es con los partidos políticos, al contrario, debe ser con la calidad, con la sociedad, la docencia, la investigación, el posgrado, el debate crítico de ideas. Simón López y Selva Torraba exponen que “El sujeto de la libertad de cátedra es todo docente o investigador interesado en difundir contenidos científicos”. Es decir, que la libertad de cátedra está vinculada al reconocimiento de otras libertades tanto de opinión o credo religioso. Es proponer una educación universitaria integral, con profesionales calificados y democráticos, éticamente responsables ante las necesidades sociales. Se trata, entonces, como plantea Ornellas de la Universidad de Córdoba que la autonomía debe estar ligada al ejercicio cotidiano de construir una conciencia científica y crítica. No olvidar en ningún momento que vivimos en la sociedad del conocimiento. Es necesario que la bella durmiente por la que batalló Mariano Fiallos Gil y defiende Carlos Tünnermann Bernheim, finalmente despierte.

La autora es doctora en Filología y maestra en Ciencias de la Educación

Opinión autonomía Opinion Universidad archivo

COMENTARIOS

  1. Manuel
    Hace 8 años

    Addis: te felicito por el artículo. Estoy plenamente de acuerdo con tu opinión. Lamentablemente prevalece el miedo y la falta coraje para rescatar la autonomía universitaria en el seno de dicha comunidad. Saludos cordiales.

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