Los mil 300 kilómetros, aproximadamente, que recorrió la Selección nicaragüense de futbol Sub-17 para llegar a Panamá le pesaron factura a los jugadores ayer en la derrota 5-0 y todavía pueden tener efectos mañana (8:00 p.m.) ante Guatemala, en el último encuentro de la eliminatoria al Premundial.
“Es más difícil la recuperación física que moral”, asegura Javier Londoño, técnico colombiano de la Selección Nacional Sub-17, tras finalizar el encuentro ayer en el Estadio Maracaná Panamá, sede de la eliminatoria.
Anoche en la derrota 5-0 ante Panamá, Cupertino Burrell, médico de la selección, atendió a nueve de los 14 jugadores que tuvieron minutos ante los canaleros. La mayoría de los atendidos fueron por calambres.
“Anderson Treminio, Kevin Jiménez y Amarus Rizo fueron los únicos que también fueron atendidos por golpes”, explica el médico.
El cuerpo técnico y jugadores tuvieron una charla después del desayuno y por la tarde harán un trabajo regenerativo para el decisivo encuentro ante Guatemala. Los nacionales no son favoritos por el desgaste físico que presentan a diferencia de los chapines que estarán debutando.
Solo una victoria de Nicaragua mantiene vivas sus opciones de ir contra El Salvador por el repechaje al Premundial de Honduras 2015.