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Pablo Cuevas, asesor legal de la CPDH. LA PRENSA/ARCHIVO

Reos claman por una pastilla

Familiares de privados de libertad que cumplen condena en la cárcel Modelo o en la galería de máxima seguridad, en Tipitapa, denunciaron en la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que pese a que muchos de ellos están enfermos, las autoridades no les permiten el ingreso de medicamentos.

Familiares de privados de libertad que cumplen condena en la cárcel Modelo o en la galería de máxima seguridad, en Tipitapa, denunciaron en la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que pese a que muchos de ellos están enfermos, las autoridades no les permiten el ingreso de medicamentos.

Una de las denunciantes fue Yojana Lissette Hurtado Chinchilla, hermana de Alonso Hurtado Chinchilla, quien explicó que de la galería 11 lo trasladaron a la de máxima seguridad.

La denunciante dijo que su hermano, un expolicía, fue acusado por robo con intimidación del que aún no ha sido comprobado, pues no hay sentencia firme. A ella le preocupa que su hermano es hipertenso y no le han podido pasar medicamentos, tampoco se los facilitan en el penal, por lo que teme que su salud empeore.

Asimismo indicó que acuden a la CPDH ante el silencio de las autoridades de Gobernación y del Sistema Penitenciario Nacional (SPN). En esa galería están totalmente incomunicados, “porque llegamos a pedir información, no te la dan, preguntamos qué día vamos a poder verlos, no te dicen”, refirió Hurtado.

Pablo Cuevas, asesor legal de la CPDH, recordó que los internos tienen derecho a la salud. “Al menos eso dice la Ley”, indicó Cuevas, tras mencionar que aunque una persona esté detenida pierde algunos derechos civiles, no así los derechos humanos elementales. Cuevas considera que las condiciones de la nueva galería adonde fueron llevados “es una galería para tortura”.

“Estamos hablando que son pequeños espacios herméticamente cerrados, con una puerta de metal que solo tiene una pequeña apertura. Creo que quien ideó ese tipo de celda estaba pensando en Canadá, pero no en Nicaragua, aquí podemos estar en espacios abiertos y estamos sudando, agrava la situación de personas hipertensas”, sostuvo Cuevas.

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