Leonardo Morales desde niño practicó tae kwon do. Más tarde se involucró en peleas profesionales de Artes Marciales Mixtas, desde entonces ha ganado siete peleas y perdido solamente una. Asegura que es un buen perdedor, no puede cocinar muy bien y tiene su propia entrenadora: su esposa.
¿Es buen perdedor?
Sí, pero me molesto conmigo mismo.
¿Cocina?
Uh, qué va, no. Frío frijoles y hago arroz. Pero un huevo no lo puedo hacer (sonríe).
¿Se enoja fácil?
Tengo mi límite de paciencia, no pasa seguido, pero cuando me enojo es a reventar (risas).
¿Cómo se define?
Bastante humilde, cariñoso, comprensivo. Tengo un buen corazón, considero que soy una persona muy buena.
Toma, fuma…
No.
¿Baila pegado?
Tampoco (ríe).
¿Qué es lo más loco que ha hecho?
Pintarme el pelo en rojo. Lo hice en honor a un peleador y lo uso así desde hace cuatro años.
Su defecto es..
Soy un poco olvidadizo, a veces aunque algo es muy importante, se me olvida.
Su esposa es boxeadora ¿pega duro?
Sí, pega bastante duro. Ella me entrena (risas).
¿Qué hace para divertirse?
Entrenar, esa es mi diversión.
Su mal hábito es…
Comerme las uñas, sobre todo cuando estoy desocupado (risas).
¿Qué le gusta comer?
Soy fanático del gallopinto o bien arroz, frijoles, queso y tortilla.
¿En qué se imagina trabajando si no pelea?
Siempre en algo que tenga que ver con el deporte, como entrenador físico.
¿Y qué significa Chimmy…?
Es un apodo de familia, viene de “chimirringo”. (Ríe)
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