“Los autos usados son una necesidad, los consumen un contador, un agricultor, el universitario que no tiene la capacidad para comprar un carro nuevo”. Juan Carlos Zúniga, vicepresidente de Asociación de Carros Usados.
Una de las modificaciones a la Ley de Concertación Tributaria (LCT), propuesta por el Gobierno, es reducir a siete años de antigüedad los automóviles usados para particulares que podrán importarse. Actualmente se permite ingresar automóviles usados de hasta de diez años.
El cambio de años de antigüedad se incorpora en el artículo 282 de la LCT, en consulta en la Comisión Económica de la Asamblea Nacional. Se adiciona en la propuesta de reforma tributaria del Gobierno prohibir la importación de “vehículos automotores usados, que tengan más de siete años de fabricación”.
La restricción no aplicará para los vehículos clásicos o históricos siempre que tengan un aval de una entidad especializada; además los destinados para usarse en el servicio de transporte de carga, los donados a los Cuerpos de Bomberos y a la Cruz Roja Nicaragüense, y los nuevos o usados con timón a la derecha sean de fábrica o modificados.
En la práctica el Gobierno incorpora a la LCT las prohibiciones establecidas en la Ley General de Transporte Terrestre, Ley 524, que establece diez años máximo para importar vehículos usados. Sin embargo en la reforma tributaria se deja fuera de la excepción la maquinaria y equipo de construcción que sí contempla la Ley General de Transporte.
AUTOLOTES INCÓMODOS
El cambio en las limitaciones al ingreso al país de autos usados causa diferencias entre el sector privado. Para Carlos Bendaña, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de Distribuidores de Vehículos Automotores (Andiva), la medida es positiva porque permitirá ir modernizando el parque vehicular del país.
Sin embargo, el vicepresidente de la Asociación de Carros Usados de Nicaragua (ACUN), Juan Carlos Zúniga, reclama que no fueron consultados por el Gobierno sobre si conviene o daña económicamente al negocio de los autolotes la reducción de los años para importar vehículos usados.
“Siempre han querido perjudicarnos”, afirma Zúniga. Sostiene que los más de 270 autolotes, estimados en el país, venden vehículos que representan un ahorro hasta de cinco mil dólares para quienes no pueden adquirir uno nuevo.
Pero Bendaña, de Andiva, afirma que debido al aumento de los ingresos de los nicaragüenses en los últimos años “la demanda ha permitido que la relación de importación de autos nuevos y usados “está uno a uno, y antes eran siete autos usados por uno nuevo”.
Sostiene Bendaña que además las distribuidoras de vehículos nuevos están importando modelos más económicos y eso permite ofrecer precios que pueden pagar los usuarios, y ser financiados por los bancos privados.
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