Comercio, industria y el agro demandan al Gobierno trasladar ahora mismo el alivio que la economía mundial está recibiendo con el desplome estrepitoso del precio del barril de petróleo, que esta semana alcanzó niveles no vistos desde 2009, debido al exceso de oferta de los exportadores y al crecimiento más lento de lo esperado de China y Europa.
El director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y de Confección (Anitec), Dean García, explicó que como sector también esperan un alivio en el costo de la energía, pero a través de una política que les permita a las empresas de esta actividad comprar energía renovable directamente a los generadores.
También están pidiendo que se permita a las compañías generar su propia energía de fuentes limpias, y para eso reconoce que se necesita que el ejecutivo establezca políticas de regulación, las que urgen que se establezcan.
Una manera de bajar el costo —según García— es eliminar la intermediación de Enatrel en la venta de energía a las empresas de confección.
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Si bien el precio de los combustibles en Nicaragua mantiene una tendencia a la baja, los nicaragüenses y las actividades económicas siguen pagando una tarifa eléctrica elevada, es decir, similar a la que se estaba pagando en enero, por ejemplo, cuando el barril de petróleo se cotizó en promedio en 104.71 dólares.
Desde agosto y hasta en lo que va de diciembre de este año el precio del crudo se ha desplomado, según reflejan cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Tal ha sido la reducción, que en agosto en promedio el barril de petróleo se cotizó en el mercado mundial en 100.75 dólares y en lo que va de este mes ha caído a una media de 67.29 dólares.
Pero las cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN) indican que en septiembre —la cifra más actualizada—, en promedio la tarifa eléctrica a nivel nacional era de 6.33 córdobas por kilovatio hora. Ese precio es superior incluso al promedio pagado en enero cuando se situó en 5.96 córdobas.
Esta realidad tiene sofocados a los sectores productivos y actividades económicas, que exigen al Gobierno revisar hoy esta disparidad de precios y algunos se aferran a la promesa que les hicieron de que en enero se hará una revisión integral de los pliegos tarifarios energéticos.
Uno de los sectores que demanda un alivio inmediato en la tarifa es el arrocero, que se queja del alto costo que implica producir ese grano en Nicaragua, debido al precio de la energía.
El director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de Arroceros (ANAR), Danilo Cortés, dijo que hay que aprovechar esta oportunidad en el precio del crudo para aliviar la pesada carga que representa para los productores de arroz de riego el costo de la tarifa eléctrica.
Cortés recuerda que de los 1,500 dólares que se invierten en la siembra de una manzana de arroz de riego, al menos el treinta por ciento es para cubrir costos de energía. “El petróleo está bajando y no vemos que la energía (esté) bajando, ni los combustibles en la misma proporción”, lamenta.
El representante gremial dice que una reducción en el precio de la energía vendría a beneficiar en este momento a los productores de este grano que están sembrando la cosecha que se sacará en marzo de 2015.
“Seguimos pagando energía de petróleo de 110 dólares y eso es un gran hoyo para nuestros costos”, afirma. “Nosotros movemos las bombas de los sistemas de riego, ya sea con diesel o energía y no nos lo bajamos de 300 dólares la paga por energía por cada manzana”, ejemplifica.
“Desde agosto estamos con esta demanda de que se baje la tarifa, pero no nos han dado respuesta por parte del Gobierno, no hay carta, no hay contestación, no hay nada”, afirma.
La excusa que hasta hoy ha dado el Gobierno para no bajar la tarifa es que se debe pagar una deuda a Alba Caruna, que se usó para garantizar el subsidio eléctrico que se dio en años pasados cuando el precio del crudo se disparó a nivel internacional.
En Nicaragua la tarifa se mantuvo congelada, pero hasta hoy se desconoce cuánto de esa supuesta deuda se ha honrado. Las autoridades siguen sin dar cuentas de esto.
FRENA LA TECNIFICACIÓN
El productor y directivo de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Carlos Abaunza, este año empezó a sembrar maíz tecnificado, es decir, usando sistema de riego. Para ello requiere del uso de energía y admite que “regar en Nicaragua es caro”, y una baja en la tarifa no vendría nada mal.
Abaunza reconoce que difícilmente el precio de la energía caerá más del treinta por ciento que el barril de crudo ha experimentado a nivel mundial, pero al menos dice que se debe reducir “algo”.
Desde Upanic, asegura, están preparando un análisis sobre el peso del costo de la energía en el sector productivo para luego ir donde el Gobierno para plantearle la necesidad de dar un alivio.
En lo que coinciden Abaunza y Cortés es que no están claros de cuál es la situación de esa deuda que el Gobierno tiene con Caruna, pero dicen que tienen entendido que ese fue un acuerdo entre privados.
“Entiendo que esa deuda es privada, no es del Gobierno, pues como ciudadano es la información que tengo”, afirma Abaunza.
El sector comercio también está a la expectativa de la caída del precio del petróleo y espera recibir oxígeno, al considerar injusto que hasta hoy sea la actividad con el precio de la energía más elevado del país.
Rosendo Mayorga, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua, afirmó que ellos demandan una revisión integral de la situación del sector y confían en que en enero el Gobierno les va a resolver esa situación.
BENEFICIO SERÍA PARA CONSUMIDORES
Mayorga recuerda que una reducción de precio en la energía significaría para los consumidores productos más baratos, pero mejor aún, permitiría a los negocios reinvertir en las actividades.
“Nosotros en el sector comercio siempre hemos demandado una revisión en la tarifa eléctrica, nosotros estamos subsidiando a otros sectores y eso no puede seguir así”, afirma.
“En el mes de enero supuestamente vamos a revisar el pliego tarifario con el Gobierno y esperamos cambiar eso”, precisó.
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