Hace seis años, un 6 de diciembre de 2008, cambió la carrera y la vida de Manny Pacquiao. El filipino había estado creciendo a pasos agigantados, pero fue esa noche la que lo llevó al estrellato, al lugar del que aún no lo han podido bajar.
Aunque desde entonces perdió un par de veces, Pacquiao se encargó de poner su nombre en la cima. Nada menos que ante el hasta entonces único campeón en seis diferentes categorías, Óscar “Golden Boy” de la Hoya.
La pelea se realizó en la Arena Garden del MGM Grand. Pacquiao venía de vencer en fila a los mexicanos Érik Morales, Jorge Solís, Marco Antonio Barrera, Juan Manuel Márquez y David Díaz. Estaba en su momento, pero ¿cuál era el reto? Ir de peso ligero hasta peso welter.
De la Hoya había peleado ya en peso welter, obviamente había sido campeón de la categoría, pero tenía siete años sin poder marcar 147 libras o menos y aun así aceptó el duelo. Pesó 145 libras y no subió más que una para el día de la pelea. Nacho Beristáin estaba en su esquina.
BENEFICIOS ECONÓMICOS
La pelea fue comprada en 1.25 millones de casas, recaudando US$$70 millones, convirtiéndose apenas en la cuarta pelea, sin ser entre pesos completos, en superar el millón de casas. Fue la primera vez que Pacquiao vendió más de un millón de hogares. Lo haría luego cinco veces más.
En el ring, ese día Pacquiao se vio como un auténtico monstruo, anuló cualquier posibilidad que hubiera tenido De la Hoya, quien pareció inofensivo desde cualquier plataforma y terminó por ponerle fin a la carrera del “Golden Boy”, quien ya no salió para el noveno episodio de los 12 pactados.
UN BRILLANTE HISTORIAL
No hubo cetro en juego, pero ese día, deportivamente hablando, Pacquiao se robó todo lo que había en juego y fue luego para enfrentar, y vencer, a personajes como Miguel Cotto, Antonio Margarito y Shane Mosley, cobrando por pelea hasta US$$20 millones garantizados, algo que pocos, muy pocos en el deporte de los puños han logrado.
El púgil filipino ahora busca su pelea más importante en su carrera ante Floyd Mayweather, quien ha mantenido su nivel boxístico. Esta pelea lleva varias años gestionándose, pero por desacuerdos económicos existentes entre ambas partes.
Desde 2009, Pacquiao ha mostrado interés en realizar el combate, pero Mayweather ha puesto muchas condiciones dando a entender para algunos que está temeroso de perder el invicto. Si la pelea se concreta, podría ser la más grande de la historia de este deporte en términos de ingresos.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A