Demostrando diferentes niveles de actuación, Reese Witherspoon interpreta en la película Wild la historia de una mujer que logró superar la adicción a la heroína, un divorcio y la muerte de su madre, al escalar completamente sola y sin experiencia alguna mil millas del camino Pacific Crest Trail. Por otro lado la película The Good Lie es sobre una mujer que decide ayudar a unos refugiados de Sudán durante la guerra civil. Ambas son basadas en historias reales.
¿Cuál crees que sea la clave de tu éxito?
Que me gusta contar historias. Yo puedo hablar y hablar hasta que se te caigan las orejas (risas). Y supongo que por eso me gusta hacer lo que hago. Mi abuela siempre me contaba historias, igual que mi abuelo, mi papá, mi mamá, todos. Si les das un minuto, seguro se toman una hora para contar alguna historia sobre alguien que nació en un supermercado (más risas). Son siempre historias interesantes, con personajes muy coloridos. Y eso me encanta. Es genial.
¿Cómo se puede encontrar buenas historias femeninas para contar hoy en Hollywood?
Hace cuatro años me venía dando cuenta de que los guiones de cine no son tan buenos, en especial para las mujeres. Por eso empecé a buscar una mejor opción. Si yo misma no buscaba roles mejores para las mujeres, nadie iba a hacerlo por mí. Fui a los grandes estudios y me dijeron que les encantaría hacer películas que yo pudiera proponer.
¿Qué momento de tu vida sería una buena película?
Hay muchísimas partes de mi vida interesantes, aunque espero que nadie se entere (risas), al menos hasta que yo haga esa película.
¿La fama ayuda a elegir un estilo de cine diferente, como el de The Good Lie y Wild ?
Yo tengo la suerte de recibir muchos guiones maravillosos y me siento bendecida cuando, por ejemplo, la guionista de The Good Lie dice que escribió el libro pensando en mí. Siento que tengo mucha suerte en contar con tantas oportunidades donde pueda ayudar o facilitar que ciertas películas se hagan.
¿Te das cuenta que se habla de la posibilidad de una nominación al Óscar, al menos con la película Wild ?
Ni siquiera se me pasa por la mente, nunca lo pienso. Con la película Wild lo más importante para mí era saber que la verdadera Cheryl que yo interpreté estaba contenta con nuestra película. Ese fue el mejor regalo, sentarme en una sala a oscuras por primera vez, viendo la película con ella. En ese momento pensé que si la película podía ayudar a una sola persona que estuviera pasando por un mal momento, sería un buen premio. Es imposible pensar en hacer una película que vaya a ganar un Óscar.
¿Es cierto que el director de esa película ordenó que taparan todos los espejos para que no vieras cómo estabas?
(Risas) Sí. Es Jean Marc Vallée. Yo pedí que me pusieran algo de maquillaje, algo de máscara, algo que me cubra y él insistió: “Nada de maquillaje!” Lo acepté, estuve dispuesta a probar lo que fuera. Después me mostraron las filmaciones diarias y todo era muy crudo. Nunca antes me había visto así en una película. Pero pensé que si la verdadera Cheryl Strayed pudo ser tan valiente como para contar cada parte de su historia, yo también tenía que ser valiente para dejar mis vanidades a un lado.
¿Cuál es la mejor lección que aprendiste con una filmación así?
Aprendí muchísimo. Físicamente aprendí que mi cuerpo era capaz de hacerlo, porque en un principio tenía miedo de no poder lograr las cosas que el director quería que hiciera.
¿Es verdad que el director también te hizo sufrir con una pesadísima mochila?
Cuando estábamos por empezar a filmar yo estaba segura que iba a llenarla con papel de diario en mi espalda. Pero el director enseguida preguntó ¿por qué la mochila no se ve pesada en tu espalda? (risas). Y aunque yo le dije que iba a pretender que iba a ser pesada, él dijo que tenía que ser pesada de verdad. Tenía razón, porque el peso cambió la forma en que caminaba, clavándose en mis hombros, mi cuerpo también empezó a cansarse después de cinco semanas y media de llevar algo así sobre mis hombros. Aunque me acostumbré tanto que después la extrañaba, de verdad.
En el caso de The Good Lie : ¿Cuáles fueron las “buenas” razones que te llevaron a hacer una película así?
Simplemente quería que la mayor cantidad de gente posible pudiera conocer esta historia. Jamás hubiese aceptado hacer una película así si no hubiera conocido al director Philippe Falardeau. Con él supe que no estaba haciendo la película de una norteamericana que quería salvar un grupo de refugiados de Sudán, queríamos contar la historia de ellos. Desde la primera reunión me dijo: “Te respeto y te aprecio, Reese, pero esta película no tiene nada que ver contigo”, (risas). “La historia es sobre la gente de Sudán”. Y eso me encantó. Estaba determinado a contar la historia con la más honesta verdad y dignidad, casi con el estilo de un documental.
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