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Vida y muerte sobre dos ruedas

No tuvo que ver más: el casco tirado a la orilla del andén era suficiente para reconocer quién estaba sobre el asfalto y bajo la bolsa de plástico negro. Era un casco amarillo que él, junto con su hijo, había “decorado” con las iniciales MSS en plástico dorado con bordes negros.

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No tuvo que ver más: el casco tirado a la orilla del andén era suficiente para reconocer quién estaba sobre el asfalto y bajo la bolsa de plástico negro. Era un casco amarillo que él, junto con su hijo, había “decorado” con las iniciales MSS en plástico dorado con bordes negros.

Guillermo Solórzano García recuerda que su hijo Manuel Solórzano puso esas iniciales en el casco para acompañarse del buen ángel de su hija de 3 años, MSS. Al muchacho de 24 años lo atropellaron la noche del 26 de agosto de 2009 en la Pista Suburbana.

Su motocicleta, una Honda CGL-125 color gris, del año 2007, estaba casi intacta a unos sesenta metros de donde quedó el cuerpo.

El croquis de la Policía de Tránsito determinó que un vehículo a alta velocidad impactó la motocicleta en la llanta trasera, la desestabilizó y la hizo salir del carril derecho hasta pegar en la cuneta violentamente. El cuerpo salió despedido por los aires hasta caer a unos 25 metros sobre el carril izquierdo de la vía contraria y la moto todavía siguió rodando hasta detenerse en el andén de la otra orilla.

“A mi hijo lo mataron cuando venía de dejar el último envío de medicina”, recuerda ahora Guillermo, quien ayudó a su vástago para que comprara la moto.

Él quería seguir estudiando y necesitaba trabajar. La moto le serviría para buscar trabajo y llevarlo y traerlo de la universidad, “por eso le ayudé, un padre nunca piensa en regalarle un mal a sus hijos”, cuenta Guillermo, quien luego de la muerte de su hijo vendió la moto para pagar los gastos de educación de la huérfana.

INVASIÓN DE MOTOS

Francisco Javier Bautista Lara salió un día a caminar y encontró razones para explicar por qué Manuel Solórzano se convirtió en un recuerdo y una estadística anónima dentro de los 152 jóvenes motociclistas muertos en 2009.

“Un día de estos, cuando eran las 6:30 p.m., recorrí en 15 minutos el tramo de la Carretera a Masaya, que va de la entrada principal a las Sierras de Santo Domingo hasta la rotonda del mismo nombre. Caminé, entre la cuneta y el cauce, sobre la estrecha franja después de la raya blanca donde finaliza el carril de circulación vehicular, único lugar posible para el peatón”, narra.

“Sobre mi estrecho sendero y durante el recorrido me topé con incidentes cuya frecuencia decidí anotar y compartir. Viniendo sobre el carril peatonal, fui invadido irresponsable y temerariamente por 24 motos —dos sin luces y cinco conductores sin casco—, además de dos autos, incluyendo un taxi, que se metieron por la derecha para adelantar y circularon un trecho fuera de la vía permitida”.

El colmo del abuso fue que dos motorizados no solo invadieron el andén peatonal, sino que gritaron al caminante para que se apartara de dicha vía.

Bautista Lara, comisionado general en retiro y exsubdirector de la Policía Nacional, se dijo víctima de “la invasión de las motos”.

MÁS MOTOS, MISMAS VÍAS

“Las motocicletas y las mototaxis invaden las ciudades y pueblos, proliferan en calles y carreteras, resuelven una necesidad de transporte personal y colectivo pero, aprovechando su versatilidad de cruzar las vías, se escabullen en los espacios reducidos y ante la actitud irresponsable de algunos que las conducen, aumenta el desorden urbano y el riesgo”, reflexionó.

De acuerdo con sus datos, el parque automotor en Nicaragua es de 566,000, de los cuales 208,000 son motos, cuyo crecimiento en los últimos diez años (2004-2014) ha sido del 11 por ciento anual.

“Sin embargo, las carreteras durante estos años no se han expandido al mismo ritmo. El aumento significativo de medios automotores implica más conductores y aumenta el riesgo público, principalmente cuando falta educación y responsabilidad de quienes andamos por las vías, se falla en cumplir las normas de comportamiento cívico y vial en las calles”, analizó.

ASALTOS EN MOTOS

El investigador y consultor en temas de seguridad ciudadana, Roberto Orozco, también ha investigado lo que él llama “el fenómeno de la motocicleta como factor de riesgo en la seguridad ciudadana”.

Sus investigaciones reflejan otro fenómeno en crecimiento: la motocicleta como arma.

A él le llama la atención el crecimiento de asaltos en motocicletas. Aunque no hay cifras oficiales sobre esta modalidad de delitos, Orozco indica que las características de la motocicleta se prestan para el ilícito: “El casco te da anonimato, la falta de placas aumenta la impunidad y la versatilidad de la moto te ofrece grandes posibilidades de escapar con éxito de un asalto”.

“Lo grave de esta nueva modalidad de delito es que puede derivar hacia algo más grave si no se le controla desde ya, ya no va ser solo la pareja de motorizados que asalta pistola en mano, sino que puede llegar a ser la pareja de sicarios matando desde una motocicleta”, advierte Orozco.

Orozco trae a colación que ya hay evidencias oficiales de tráfico de drogas en motocicleta y recuerda, por ejemplo, el caso el hermano del boxeador Román González, quien fue detenido en una moto con drogas, una pesa y un arma.

“Ya cuando aparecen asaltando y traficando drogas en moto, poco falta para el sicariato, por lo cual la moto ya no solo se convierte en factor de inseguridad vial, sino en elemento de inseguridad ciudadana al ser usada como instrumento o arma para cometer delitos”, señala.

NACEN “LOS DANTOS”

Prueba de que la Policía Nacional admite el crecimiento de esta modalidad de delito y los riesgos de su amenaza, a criterio de Orozco, se da la creación en 2013 del Destacamento Motorizado de Prevención e Intervención Rápida “Los Dantos”.

“Son una unidad élite destinada a enfrentar el crecimiento de esa nueva amenaza delincuencial, no conozco las cifras de sus miembros, ni sus recursos asignados, pero tendrían que ser miles de Dantos en las calles para controlar a más de doscientas mil motos circulando en las vías, incluyendo más de treinta mil que no tienen placas”, advierte Orozco.

El comisionado Iván Escobar, secretario de Tránsito Nacional, dice que hay 15,000 placas que no han sido retiradas y que existe la orden de detener a quienes andan circulando sin la chapa. Se le revisa, se le quita la motocicleta y se le manda al depósito municipal hasta que legalice su condición.

EL BOOM DE LAS MOTOS

En 1970, al menos 2,500 motocicletas circulaban en Managua. Casi 45 años después, más de 116,600 motos compiten en el mismo espacio físico y con una población de 1.5 millones de personas, más trescientos mil vehículos de otro tipo que saturan las calles de la capital.

Álvaro Rodríguez, gerente general de Enimosa, distribuidor exclusivo de motocicletas y accesorios Honda, una marca con cincuenta años de permanencia en el país, cuenta cómo y por qué ha crecido el mercado de las motos.

Rodríguez explica que este mercado empezó a crecer aceleradamente desde 2005, con el boom de las motocicletas chinas. “Obviamente esta era una opción económica, eran ofertas atractivas, motos incluso desde 650 dólares, eso dio la oportunidad a personas que andaban en buses, a pie o en bicicletas, de tener un medio de transporte más rápido y personal”, indica.

Para el año 2007 había alrededor de 52 marcas de bicicletas chinas, aparte de las motos tradicionales de Honda, Yamaha y Suzuki. Ahora ese boom se ha venido reduciendo en cuanto a marcas, pero crece en cantidad de unidades vendidas.

En 2005 se importaron alrededor de cinco mil motocicletas y en 2013 la cantidad subió a casi 46,000 unidades. Este año la proyección de venta era de 48,000 motocicletas, pero la tendencia indicaba cifras menores a 44,000 unidades vendidas.

HERRAMIENTA DE TRABAJO

“Mucha gente ha optado por una moto y no por un carro porque los precios de los combustibles se dispararon a precios récord y la moto es más económica en consumo y mantenimiento”, explica Rodríguez, quien ve la moto, además de un medio de transporte, como un medio de trabajo.

“Con el crecimiento del mercado de motos y el crecimiento de la economía se ha creado un nuevo mercado laboral, porque la moto no es solo para transporte, sino también una herramienta de trabajo. Muchos jóvenes sin opciones de empleo buscan cómo adquirir una moto para buscar trabajo de mensajería, colecta, entrega de servicios o bienes”, señala Rodríguez, en su oficina de Enimosa, mientras afuera, en la sala de ventas, algunos hombres jóvenes indagan precios y preguntan sobre los modelos en exhibición.

Se llama Lesther Rivera y dice que trabaja en un almacén de mercadería. “Dicen que hay riesgos de accidente, pero la mayoría que se accidenta es por beber guaro y de plano que ya no aguanto andar en bus, son cuatro rutas y tardo más de tres horas en ir al trabajo y volver a la casa. Si aquí hubiera un servicio de buses más eficiente, no habría problema, pero los buseros hacen lo que quieren con la gente”, argumenta.

UN CASCO, UNA VIDA

Este año la Policía inició una campaña Un casco, una vida, para crear conciencia entre los conductores de moto a usar el casco. En el discurso de apertura de la campaña, en octubre pasado, la jefa policial Aminta Granera reveló que el 37 por ciento de las muertes por accidentes viales eran conductores y pasajeros de motocicletas.

“De enero a septiembre de este año hemos perdido a 188 hermanos nicaragüense conductores de motos”, dijo Granera.

El comisionado Iván Escobar, jefe de Secretaría de Tránsito Nacional, reconoce que la accidentalidad en motocicletas ha aumentado.

Escobar advierte que en motocicleta cualquier cosa puede provocar un accidente “vos sos el chasís”. “Hay accidentes por esquivar a un peatón, un animal o una piedra, el piloto cae y se golpea la cabeza contra la cuneta y fallece”, explica.

Según sus cifras, hay más de 220,000 motos a nivel nacional y en Managua, donde circulan más de 116,600 motos, es donde más accidentes ocurren.

Escobar asegura que la campaña educativa ha tenido efecto poco a poco. “Se va haciendo conciencia. Solo este año hemos aplicado 26,000 multas por no usar el casco, son tres mil multas menos que el año pasado. La gente ahora usa más el casco de protección”, manifiesta el comisionado Escobar, quien señala como una causa de accidente el hecho de que muchos conductores de vehículos grandes no respetan el derecho de los conductores de motocicletas.

“Muchos conductores le quitan los espacios a las motocicletas en las vías. A las motos le pasan los vehículos a la par, les pitan, se les pegan atrás, les roban espacio y eso provoca nerviosismo. Entonces los motorizados se salen de las vías para orillarse y así provocan accidentes”, describe Escobar, quien asegura que para disminuir el fenómeno, la Policía está endureciendo los requisitos de entrega de licencias.

“Del ciento por ciento de personas que vienen a sacar licencia, setenta pasa a un examen práctico donde se determina la habilidad, percepción del peligro, manejo de distancia, distancia de reacción y frenado. Quien no lo pasa, simplemente no obtiene el permiso para manejar”, apunta.

En las oficinas de Tránsito, siempre llenas, centenares de personas, hasta 150 por día, buscan una licencia de conducir de motocicleta para buscar trabajo. “La demanda anual es de más de cien mil personas haciendo trámites para poder conducir, incluyendo jóvenes de 16 años, pero no se les da a todos. Estamos hablando casi como 35,000 o 40,000 licencias nuevas de todo tipo, incluyendo motocicletas”, indica el funcionario policial.

CIUDAD HOSTIL

Managua es la ciudad más hostil del país contra los conductores de moto y no precisamente por su falta de infraestructura, sino por irrespeto a las normas de manejo.

Así lo considera el investigador social Roberto Orozco, quien citando un estudio del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas del año 2013, asegura que la accidentalidad vial se ha convertido en un problema de salud pública e inseguridad ciudadana con profundo impacto económico.

“Los accidentes de tránsito en general son la principal causa de muerte en Nicaragua, encima de los homicidios, asesinatos, desastres naturales y enfermedades. El noventa por ciento de los accidentes están relacionados con el mal comportamiento humano de los conductores y solo el diez por ciento ocurre por factores de estructura vial”, afirma Orozco.

“Los daños económicos son cuantiosos cada año y las mismas aseguradoras están preocupadas por los altos montos de desembolsos e indemnización que pagan cada año por los accidentes. Ya no les resulta rentable cubrir en las pólizas corrientes muertes por accidentes en moto, porque comparan el riesgo de viajar en este vehículo en Nicaragua con deportes extremos de alto riesgo”, indica Orozco.

Domingo consultó con algunos corredores de seguros de la capital y aseguraron que, en promedio, a un conductor de moto le puede salir hasta uno por ciento más caro el costo de su seguro de vida.

Las personas que también viajan como acompañantes de motociclistas pagan un cargo adicional a las aseguradoras, pues se valora como de alto riesgo viajar en motocicletas en el país y usualmente se les trata de vender un seguro de cobertura médica para enfrentar cualquier proceso de curación ante potenciales accidentes, pero siempre queda a criterio del conductor definir qué tipo de seguro elige.

INSEGURIDAD LABORAL

Para el procurador laboral y de seguridad social, José Antonio López, el impacto económico por cobertura médica estatal a los motociclistas se debe a un factor incidente: el alto nivel de inseguridad laboral que cobija a los motorizados.

“La gran mayoría que vos ves en las calles haciendo zigzag entre los carros es porque trabajan en empresas de servicios y bienes que les pagan comisiones por entrega, si ellos no entregan cierta cantidad de envíos, no ganan la comisión”, denuncia.

El abogado dice que él ha conocido casos de extrabajadores de empresas de servicios, quienes han sido despedidos después de haber sufrido un accidente de tránsito en motocicleta.

“Ahí está fallando el Ministerio del Trabajo y el Seguro Social, porque muchas empresas eluden la responsabilidad de asegurar a sus trabajadores para no pagarles prestaciones. Usualmente les pagan por servicios profesionales o por vuelos,
pero a los motociclistas la mayoría de empresas no quieren contratarlos porque saben que pueden sufrir accidentes”.

López dice que aunque el marco jurídico obliga a las empresas a proteger a sus trabajadores y asegurarlos ante el INSS, muchas veces las instituciones públicas no tienen la capacidad para supervisar estas relaciones laborales y cuando ocurre un accidente “simplemente lo dejan a su suerte, porque quedan lesionados, lisiados y sin posibilidades de trabajar, es decir, terminan peor”.

Un caso que él lleva trata precisamente de eso: un joven motociclista trabajó por siete meses como colector y mensajero para una empresa, pero sin firmar nunca una hoja de contrato. Su salario era un básico de 2,700 córdobas y con metas cumplidas podía redondear hasta 4,700 córdobas.

Un día que iba a entregar unas facturas, una camioneta lo arrolló. Terminó con dos costillas y una pierna quebradas. La empresa le sostuvo el salario un mes y después lo despidió sin indemnización.

“El Ministerio del Trabajo falló a favor del trabajador, pero fue un proceso largo y desgastante, pero casos como este hay decenas todos los meses”, contó el procurador laboral.

EN CIFRAS

187.5 millones de córdobas ha destinado el Minsa de 2009 a 2014 para atender a víctimas de accidentes de tránsito.

11.0 fue el crecimiento del mercado de motos de 2004 a 2013.

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COMENTARIOS

  1. jinotegana
    Hace 9 años

    Comentarios valido Managua colapsadas la vías. El pueblo de Jinotega y sus carreteras de macadan y adoquines igual se ven invadiadas de motos por miles a menores de edad 11 años que ni los pies alcanzan en los estribos de las motos, donde a diario sucede un muerto por accidente de moto.
    Sumándoles que la alcaldía y Policía permite la construcción de casa en derecho vías de las carreteras como en Lipululu, donde niños juegan en la carretera esperando que un desalmado conductor los atropelle.

  2. Dionisio Garcia
    Hace 9 años

    Montar a menores de 12 debia ser terminantemente prohibido por la ley. Ademas de esto es que como en Estados Unidos, las licencias de conducir son otorgadas a personas que no estan completamente capacitadas o preparadas par manejar un vehiclo. Sea este auto o moto. pero el problema mas grave que yo veo aqui es la mezcla de dos clases de vehiculos que no son compatibles de andar corriendo a grandes velocidades (al mismo tiempo)en las carreteras.

  3. ANTONIO
    Hace 9 años

    Pienso que no todos los motociclistas tienen la culpa, la mayor parte del tiempo los accidentes son ocasionados por buseros y taxistas, que por un simple pasajero arruinan o terminan con la vida de alguien, aunque siempre hay motociclistas que son imprudentes y recuerden que la mayoría de los motociclistas accidentados que tienen la culpa es porque anda en estado de ebriedad o se tiró una preferencia, la culpa no es de la moto sino del conductor, en caso de los accidentados

  4. Hace 9 años

    Solo critican a los motorizados y nos tildan de “plagas”, yo invito a esos que nos critican de esa manera a que se monten un dia e intenten andar en las calles de Managua en moto y se van a dar cuenta de los irresposables que son todos aquellos conductores que caminan en camionetonas, mas las de placas diplomaticas, taxis y buseros. Que prueben un dia y van a ver que se requieren huevos para andar en moto, no cretiquen al peso de la lengua

  5. 5nsentimiento
    Hace 9 años

    Lo que hace falta es patrullaje activo en las calles. Parar al que no cumplela ley en el acto. Tambien si la policia activara gruas, seria negocio Redondo para ellos, para la alcaldia y serian la tajona de los que se parquean mal y atrasan el trafico en todos lados.

  6. Hace 9 años

    En nuestro municipio se ha convertido en la ciudad mas peligrosa de Centroamérica,
    conducir en este municipio representa un gran peligro actualmente andan circulando mas de 500 moto taxi, 4000 triciclos (caponeras) transportando pasajeros, tal vez un 5% poseen licencia, conducen contra la vía, con hasta 5 pasajeros no cuentas con un seguro, no tienen idea de lo que es educación vial, las autoridades policiales brillan por su ausencia, la municipal no existe, esto es una completa anarquía vial,

  7. Roger
    Hace 9 años

    Existe la orden de detener a las moticletas que no andan con su placa..! Seria fantastico que se detuviera a cada individuo que no portara placas, … Decomisarles las motos y entregarsela hasta que saquen las placas y punto..! Pero con las mordidas..? je…je..je..! Hasta alli nomas llego “la ley”…!

  8. Fernando Jambrina
    Hace 9 años

    Creo que no hay un adecuado entendimiento de las motos desde el artículo y en Nicaragua en general. Lejos de ser un problema, las motos dinamizan el tráfico en una cuidad colapsada por la invasión de autos y la falta de alternativas estructurales. Además, son económicas, rápidas y ecológicas; más en un país de alta pobreza. Tanto en Barcelona como en Roma se contabilizan 600 mil motos; una por cada dos autos. También ciudades en Brasil. Son la solución. Las ciudades colapsarían si fueran autos.

  9. La Verdad
    Hace 9 años

    Yo soy motociclista y en parte estoy de acuerdo con los comentarios del documental, sin embargo pienso que de parte de los conductores de carros, buses u otros vehículos, deben de reconocer a las motos cómo un vehículo más en la vía ya que algunos conductores menos precian que nosotros también formamos parte de la vía de transito con todos los derechos ya que también pagamos todos nuestros aranceles normales que pide el transito. Dicho de otra manera respeten a los motociclistas en la vía.

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