Los comediantes tuvieron pocos motivos de risa en el 2014. Tres pioneros murieron: David Brenner, Joan Rivers y Robin Williams. Y Bill Cosby pasó de ser el padre más querido de Estados Unidos a un presunto depredador sexual.
“Es desafortunado perder a alguien. Pero perder a tres y ver estos alegatos contra Cosby, ha sido un año duro”, dijo Christopher Mazzilli, copropietario del Gotham Comedy Club.
El año empezó con emocionantes cambios en la televisión nocturna para Jimmy Fallon y Seth Meyers, pero pronto comenzó la letanía de la pérdida con la muerte en marzo del dentón y risueño Brenner, cuya comedia basada en la observación abrió el camino para Jerry Seinfeld y Paul Reiser.
Después Williams, quien inspiró y apoyó a tantos comediantes con un legado que incluyó Mork y Mindy en la TV y Papá por siempre y La sociedad de los poetas muertos en el cine, se suicidó en agosto.
Para el otoño murió Rivers, cuyo estilo estridente encontró herederas en Sarah Silverman, Chelsea Handler y Kathy Griffin. Otros comediantes fallecidos este año incluyen a John Pinette y a la veterana de SNL Jan Hooks.
En la revista New York Chris Rock calificó el 2014 como “un año raro para la comedia” y muchos estuvieron de acuerdo. “Ha sido un año brutal para perder a gente chistosa”, dijo la actriz Kelly Carlin, hija del legendario comediante George Carlin.
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