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¡Sin perder el control!

Se sabe que la etapa de la adolescencia es una de las más complicadas, ya que es donde se viven cambios físicos, psicológicos y sociales, que muchas veces resultan complicados de asimilar por el mismo joven y su familia. Simplemente es el momento de dejar de ser niño para convertirse en un adulto.

Se sabe que la etapa de la adolescencia es una de las más complicadas, ya que es donde se viven cambios físicos, psicológicos y sociales, que muchas veces resultan complicados de asimilar por el mismo joven y su familia. Simplemente es el momento de dejar de ser niño para convertirse en un adulto.

Según la Organización Mundial de la Salud se es adolescente de los 10 a los 19 años, y en todo este tiempo se muestran una serie de cambios, porque es parte del proceso de maduración y uno de ellos consiste en que se irritan o molestan por cualquier razón, incluso cuando le pide que arregle el cuarto, no salga con ciertos amigos o que debe estudiar; es por eso que esta vez le explicaremos cómo puede ayudar a su hijo o hija a controlar la ira.

Cuando ocurre esta reacción por parte del adolescente, este le contesta, incluso puede hasta ofenderla y desobedecer las órdenes que le dan como padres, una situación embarazosa para ambos, porque muchas veces es tanto el enojo que usted siente que también se “engancha” en el pleito y todos terminan discutiendo.

Este tipo de actitudes solo generan que poco a poco se vayan perjudicando las relaciones interpersonales y que la familia viva en constante estrés, ansiedad y agresividad, explica la psicóloga Onelia Alegría.

PÓNGALO EN PRÁCTICA

Para evitar esta situación lo primero que debe hacer es no “engancharse” en el problema.

Recuerde que usted es el adulto y se supone que debe controlarse. Calmados pueden conversar bien y llegar a un acuerdo.

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Es claro que como adulto utilizará la lógica para hablarle, pero su hijo es más emocional cuando está molesto y por lo tanto tenga por seguro que ambos se frustrarán más en vez de lograr una solución. Así que mejor déjelo unos minutos y luego hable con él o ella.

Debe de aprender a reconocer qué causa la ira de su hijo para luego poner en práctica el autocontrol, esto en el caso de los adolescentes. Respire y piense en cómo resolver la situación con sus padres sin llegar a gritar o molestarse.

Un aspecto importante es que evite utilizar la fuerza. Como dice el dicho, hablando se entiende la gente, y los gritos o los castigos físicos no solucionan nada, solo empeoran la relación familiar.

Por otro lado, evite amenazarlos con castigos exagerados, afirma Alegría, quien recomienda que luego que ambos se calmen, le explique a su hijo los comportamientos que no son aceptables y las consecuencias de desobedecerla, como el quitarle los artículos que más le gustan o restringirle ciertas salidas.

Algo de olvidar es reafirmarle cuanto lo quiere y siempre enseñarle los buenos valores. Asimismo, mantener una comunicación abierta con él o ella.

En el caso que la situación se salga de control, busque un especialista para que juntos ayuden a su hijo a salir adelante.

¿QUÉ ES LA IRA?

La psicóloga, Onelia Alegría, expresa que la ira o la rabia es una emoción humana normal y es la forma en que el subconsciente libera la tensión emocional y mental, pero a veces esta función puede salirse de control. Por ejemplo, enfadarse es normal pero dejar que este sea parte del diario vivir no es lo más correcto.

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