Al momento que los personeros del Gobierno junto a jefes policiales recorrían las calles de El Tule, Río San Juan, los campesinos y heridos que aún se mantenían en el poblado sosteniendo aún sus garrotes, desaparecieron y muchos pobladores cerraron sus puertas en señal de protesta, mientras otros escucharon escépticos al momento que mujeres desesperadas y presas del llanto preguntaban por la suerte que correrán sus familiares golpeados y detenidos.
Los campesinos rechazaron las imputaciones de la jefa de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, al asegurar que se defendieron de la agresión policial con palos, machetes y piedras. También negaron rotundamente que hayan usado armas de fuego y consideran que si hay policías heridos con armas de fuego, fueron causados por ellos mismos.
No se han confirmado fallecidos, pero familiares buscan desesperadamente a los desaparecidos. Hasta la Policía de Juigalpa fueron trasladados 25 detenidos y esta tarde fueron enviados al Chipote, en Managua.
LA PRENSA corroboró que la delegación policial de El Tule no fue quemada, como lo había dicho en conferencia de prensa, la primera comisionada Granera. El fotoreportero Oscar Navarrete, capturó el momento en el que el comisionado general Adolfo Marenco, comprueba in situ el buen estado físico de las instalaciones.