La jefa de facto de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, mintió sobre el estado en que supuestamente había quedado la subdelegación municipal de El Tule, en el departamento de Río San Juan, después de las protestas realizadas por pobladores del lugar.
Producto del enfrentamiento en El Tule entre policías y campesinos resultaron 15 oficiales lesionados. De estos, tres presentan heridas de gravedad, según la versión policial.El subinspector Armando Alfonso Guevara tiene una perforación en el pulmón derecho provocado por arma de fuego y se encuentra en estado crítico. Fue intervenido el pasado 24 de diciembre. El suboficial Juan Francisco Lindo presenta un trauma cráneo facial grave con pérdida de piezas dentales. La oficial Gladis Muñoz se encuentra con lesiones en las rodillas.[/doap_box]
Granera no se apegó a la verdad y aseguró en conferencia de prensa el pasado 24 de diciembre, que la subdelegación policial había sido quemada por al menos cien personas.
Ante la negativa de desalojar la vía, procedimos al desalojo haciendo uso de gases lacrimógenos. En este primer momento la mayoría se corrió a la zona aledaña; sin embargo, llegaron cien personas y quemaron el puesto policial de El Tule, refirió Granera.
Producto del enfrentamiento, según datos de la Policía, 15 oficiales resultaron lesionados y seis civiles heridos; no obstante, datos de la sociedad civil indican que son al menos setenta los afectados.
LES IMPUTAN DELITOS
Tanto civiles como policías fueron trasladados a los hospitales de San Carlos y Juigalpa. Respecto a los detenidos, Granera manifestó que se logró la detención de 33 personas, quienes serán investigadas por daños a la propiedad, daño al comercio y exposición de personas al peligro y serán remitidas a la orden de las autoridades competentes.
Granera justificó el desalojo a los pobladores de El Tule, San Miguelito, y Rivas, con el argumento de haber recibido varias denuncias de pobladores que sentían que su derecho de libre circulación era violentado.
Nosotros no vamos a permitir que se ponga en riesgo la vida de las familias nicaragüenses, declaró Granera, dejando entrever que la protesta pacífica que mantenían los pobladores, para las autoridades, era considerada violenta.
EL TRANQUE DE RIVAS
En Rivas la situación fue diferente, no hubo necesidad de gases lacrimógenos, sí hubo forcejeo cuerpo a cuerpo entre fuerzas especiales y manifestantes, expresó la jefa policial.
En este enfrentamiento cuerpo a cuerpo, Octavio Ortega Arana, presidente de la Fundación de Municipios de Rivas (Fundemur), fue herido en la cabeza y trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ).
Ortega Arana fue señalado por las autoridades policiales de secuestrar una cisterna cargada con mil galones de gasolina y tener fuertes intenciones de incendiarla.
La circulación está restablecida en la ruta Managua-San Carlos; la Policía Nacional le reitera a nuestro pueblo que no permitiremos bajo ninguna circunstancia que nadie amenace sus vidas, indicó Granera.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,3 A