En total fueron 46 los manifestantes contra el proyecto del Gran Canal arrestados durante los desalojos violentos ejecutados por la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua en El Tule y Rivas.
La jefa de facto de la Policía, primera comisionada Aminta Granera, había asegurado el miércoles que eran 33 detenidos. La cifra exacta fue reconocida cuando esa institución entregó ayer a la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) a 18 de los detenidos.
[doap_box title=”Cuando liberaron a Daniel Ortega” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]El general en retiro Hugo Torres lamentó que a un día de cumplirse el 40 aniversario del asalto a la casa de “Chema” Castillo, acción con la que en ese tiempo sacaron de la cárcel al ahora presidente inconstitucional Daniel Ortega, este trata de entregar la soberanía de Nicaragua a una empresa extranjera para convertir la supuesta ruta del Canal en un gran enclave dentro del país. Torres señaló que Ortega, quien en ese entonces luchaba contra una dictadura por lo cual estaba injustamente preso, “es el nuevo dictador de Nicaragua”.[/doap_box][doap_box title=”Asedio policial en Rivas” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Varios dirigentes del Consejo Nacional en Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía de Rivas temen ser detenidos. Al ser consultados por LA PRENSA prefirieron omitir sus nombres porque aseguran que son asediados por la Policía, sobre todo en la comunidad de Santo Domingo Piche, en Potosí, y Tolesmaida, Buenos Aires, donde los pobladores se oponen a la construcción del Gran Canal. El 24 de diciembre pasado y parte del día de ayer, agentes de la Policía patrullaban las calles de estos lugares.
“La Policía está actuando así porque sabe que los campesinos no estamos contentos con las detenciones de nuestra gente y creen que vamos a tomar acciones ahorita, pero yo creo que en cuanto pasen las fiestas de Navidad y fin de año volveremos a nuestra lucha, por defender nuestras propiedades”, afirmó uno de los dirigentes departamentales.
RAMÓN VILLARREAL[/doap_box]
La mayoría de los liberados son mujeres y jóvenes procedentes de Rivas y tan solo cinco muchachos campesinos de El Tule.
En la CPDH los liberados relataron la forma violenta en que los capturaron y mostraron los golpes sufridos cuando fueron desalojados por policías antimotines y miembros del Ejército.
El secretario ejecutivo de la CPDH, Marcos Carmona, expresó que el subdirector de la Policía, comisionado general Ramón Avellán, le confirmó que el resto será acusado en los tribunales.
Avellán, junto con el jefe de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), Juan Ramón Gámez, estaba en esas instalaciones, confirmó Carmona.
Sin embargo, minutos antes de que Carmona fuera recibido en la DAJ, los diputados de la Asamblea Nacional, Eliseo Núñez, Carlos Langrand, Edipcia Dubón y el diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen) Hugo Torres se presentaron al lugar, pero les negaron información bajo el alegato de que ningún jefe policial estaba en esa dirección.
La mayoría de los que quedan detenidos son los líderes de la protesta, según las denuncias recibidas por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), de parte de familiares, afirmó la presidenta de ese organismo, Vilma Núñez.
Al portón de la DAJ también llegó Ruth Arana, madre de Octavio Ortega Arana, uno de los principales líderes de las protestas. Ella aseguró que teme por la vida de su hijo, pues él es diabético e hipertenso y no le habían permitido pasarle el medicamento.
OCTAVIO ORTEGA ARANA MUY GOLPEADO
Fue hasta ayer en la tarde que Carmona recibió el compromiso del comisionado Avellán de hacerle llegar el medicamento a Ortega Arana.
Sonia López y Jefri de Jesús Alcócer Vílchez, dos de los liberados ayer, coincidieron en afirmar que cuando aún estaban detenidos en Rivas pudieron ver a Ortega Arana, quien presentaba moretones en el ojo izquierdo y una notoria salud en deterioro. “Lo golpeaban duro, lo golpeaban con el amansabolos”, relató Alcócer, recién liberado.
CINCO DE EL TULE
Alfonso Rafael Espinoza Escobar, de 17 años, denunció que él no participaba en la protesta y fue detenido por la Policía en El Tule cuando lavaba un camión en el lugar de su trabajo. “Pasó la patrulla me agarró, y me echaron; ‘vos sos uno’, me dijo (un policía). Yo no sabía de qué se trataba”, relató Espinoza.
Yimer Teodoro Durán Gatica, de 20 años, aún presenta moretones en el rostro. Dijo que fue golpeado a puntapiés por un policía antimotines cuando ya lo tenían acostado boca abajo en el suelo.
Fueron siete días de haber permanecido firmes en el tranque de El Tule, Río San Juan, logrando sumar a miles de campesinos que protestan contra el Canal Interoceánico.
Cuando ocurrió el desalojo de los que protestaban en el tranque en la carretera Acoyapa-San Carlos, unos oraban y pedían bendiciones al Señor para sobrellevar la lucha y no ser despojados de sus tierras, cuando las fuerzas antimotines les lanzaron una lluvia de bombas lacrimógenas y disparos de AKA.
En la primera arremetida pasadas las 4:00 de la madrugada del 24 de diciembre, los campesinos resistieron defendiéndose con palos, piedras y machetes, retirando a las fuerzas antidisturbios. Pero con la llegada de refuerzos y apoyados por efectivos del Ejército lograron desalojarlos, dejando heridos, desaparecidos y detenidos.
Según relatos, Manuel Vega Hurtado avanzaba con una bandera amarilla de la Iglesia católica, mientras el párroco de San Miguelito, Félix Triguero les pedía que se calmaran y llamaba a negociar, pero una camioneta que llevaba parte de los refuerzos fue lanzada contra Vega y otros que quedaron heridos e inconscientes.
Ayer Melania Talavera, cónyuge de Vega Hurtado, llamó a LA PRENSA para denunciar que su familia desconoce la suerte de este. Vega sufrió lesiones en la cabeza que ameritaron de 8 a 9 pulgadas, por lo que fue llevado por la Policía al hospital de San Carlos; sin embargo ayer le informaron que ya había sido dado de alta. La familia de Vega sospecha que fue conducido a la DAJ.
El director jurídico del Cenidh, Gonzalo Carrión, señaló que el Estado es el principal responsable de defender los derechos humanos de los nicaragüenses. Pero la Policía y el Ejército “son guardianes de la nueva dinastía. Son guardianes de un proyecto inconstitucional de la venta de la soberanía. El año cierra con ignominia”, apuntó Carrión.
CRITICA REPRESIÓN
El general en retiro Hugo Torres recordó que la represión es muestra de que la Policía y el Ejército actúan al servicio de la familia Ortega-Murillo y socios chinos encabezados por Wang Jing.
“Es muy triste decirlo porque este Ejército que nos costó tanto esfuerzo, sacrificio y sangre construir y profesionalizar, hoy se está convirtiendo en el guardián de esta nueva dinastía. Esta Policía y Ejército son los guardianes de esta dinastía, como en su tiempo fue la Guardia Nacional de la familia Somoza”, declaró Torres.
Y añadió Torres: “Ortega, que se dice presidir un gobierno cristiano, le ha recetado al pueblo de Nicaragua una Navidad de sufrimiento”. Al tiempo que criticó a la jefa de facto de la Policía, primera comisionada Aminta Granera, de haber actuado como instrumento de represión del régimen, pese a que “fue monja, que va a misa, que comulga”.
NAVIDAD “ROJA Y NEGRA”
Torres coincidió con uno de los líderes de la protesta, Henry Ruiz, de la isla de Ometepe, quien denunció vía telefónica que a la fecha sufren persecución. Hay una “cacería de brujas”, señaló Torres. Mientras Ruiz aseguró que él anda “clandestino”.
La presidenta del Cenidh manifestó que tienen información de que en Esquipulas, sector de Ometepe, la Policía realiza cateo de casas.
“Aquí no queda otro nombre que llamarle Navidad Roja”, declaró Carmona, mientras Núñez apuntó: “Es una Navidad negra teñida de sangre”.
28 son los detenidos por protestar contra el Gran Canal, quienes aún quedan en las celdas policiales. Veintiséis de ellos están en Auxilio Judicial, otros dos están presos en El Tule, según información de la CPDH.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,3 A