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“Cuando el último árbol cae, también lo hace el hombre”, dicen los Mayangnas. Así luce una parte de la zona despalada por colonos en la comunidad Betlehem, territorio de Sauni As. FOTOS: LA PRENSA/CORTESIA IPADE

Bosawas: tierra de conflictos

En otro tiempo, Bosawas era sinónimo de paz y de armonía con la naturaleza. Hoy la realidad es otra. Más allá del despale ilegal que sufre el bosque, el pueblo que lo habita vive un drama.

En otro tiempo, Bosawas era sinónimo de paz y de armonía con la naturaleza. Hoy la realidad es otra. Más allá del despale ilegal que sufre el bosque, el pueblo que lo habita vive un drama en que las constantes amenazas de muerte, la usurpación de viviendas y hasta los secuestros por conflictos de tierra están a la orden del día. Para la Nación Mayangna, el “saneamiento”, es decir, la expulsión de los colonos, es la única salida.

[doap_box title=” Solicitan saneamiento” box_color=”#336699″ class=”aside-box”] El saneamiento es la última etapa del artículo 45 del Decreto Presidencial 15-2013. Se refiere a la expulsión de colonos de las tierras indígenas. El Gobierno central es el que debe ejecutar este plan estén los territorios titulados o no.
Matumbak, territorio de Sauni Arungka, tiene el 60 por ciento del área total ocupado por colonos. Están establecidas alrededor de mil familias.
Según Denis Patrón, responsable de la comisión de tierras de esa comunidad, 48,866.89 hectáreas ya están tituladas. “El saneamiento es una obligación del Estado, el lugar está invadido y se ha venido deteriorando. Se habla de la restitución de los derechos indígenas, pero no se ha cumplido”, apunta. [/doap_box]

Para los pobladores de los nueve territorios que integran la Reserva de Biosfera de Bosawas (que representa el 14 por ciento del territorio nacional), la invasión continua de colonos pone en peligro su existencia y la de la reserva.

LUCHA POR SOBREVIVIR

El 20 de junio de 2013 la vida de Alejandro Becker y su familia, de la comunidad Bambana Kakamuklaya, cambió radicalmente. Tras varios meses de amenazas y presión para que abandonara su casa y también sus cultivos, los colonos decidieron quemarle la propiedad. En el incendio se perdieron 10 manzanas de tierra cultivada con árboles frutales, banano mejorado y otros cultivos.

A pesar de la intimidación que sufría Becker antes de que le quemaran su casa, y de las múltiples denuncias que realizó ante la Policía de esa localidad, nunca obtuvo una respuesta, afirma.

En agosto de ese mismo año, luego del incidente visitó en compañía de efectivos policiales y del Ejército de Nicaragua, las tierras que fueron tomadas por los colonos. En el lugar encontraron la tierra trabajada y a unas 240 familias instaladas. En ese momento se logró la captura de varias personas.

“Ellos quedan presos, pero luego los dejaron libres porque dicen que no hubo denuncias. Después se detuvo al viejo (autor del delito) y la Fiscalía nos ayudó a tomar las acusaciones y a pasar el expediente a los Juzgados para que diera el proceso, pero el fallo salió a favor de ellos y el señor salió de la cárcel”, cuenta Becker.

[doap_box title=” Bosques” box_color=”#336699″ class=”aside-box”] El Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade) en unión con la organización ambiental Bosques del Mundo, ejecuta planes con los que “se trabaja en el fortalecimiento de sistemas productivos como una alternativa para disminuir la presión sobre el aprovechamiento de los bosques”, dice Auxiliadora Rodríguez, coordinadora de Ipade en Rosita. También resalta la labor con las comunidades y la junta directiva de la Nación Mayangna. [/doap_box]

Para él, este es un acto claro de “corrupción”, pues dice que “la Policía está a favor cuando mira plata”. Según Becker, en el terreno que le fueron arrebatadas, había 600 matas de cacao, coco y guanábana. “Ya lo tienen cercado para venderlo”, lamenta.

De acuerdo con los líderes comunitarios, la mayoría de las denuncias interpuestas por los indígenas han quedado sin resolver. Está, por ejemplo, el caso de Santos Poveda Díaz, cuyo hijo fue secuestrado por personas que él llama “invasoras”.

En la comunidad Ibanasan-El Pantanal, el de esta familia se une a los numerosos casos de violencia que viven los indígenas. Según Poveda, una mañana en junio de este año, un hombre armado interceptó en los alrededores de la comunidad a su hijo José Bismarck, de 14 años.

En ese momento, cuenta, el secuestrador preguntó por los dirigentes de la comunidad y retuvo a dos personas más. “Fue otro niño y un señor, pero al parecer al señor lo amenazaron porque cuando se le pregunta (sobre el hecho) no dice nada. La Policía no hizo nada, la gente no circula por esos lados donde están ellos (colonos) no podemos llegar ahí”, comenta Poveda.

“INVASORES”

De acuerdo con la Ley 445, las personas que poseen títulos agrarios de antes de 1987 tienen derecho a seguir en tierras indígenas. Aquellas que no las poseen, pero pretenden establecerse, deben pagar un arrendamiento. Quienes no calzan en ninguno de estos grupos son denominados “colonos” o “invasores” por los Mayangnas.

[doap_box title=”20,000″ box_color=”#336699″ class=”aside-box”] hectáreas se han despalado en los últimos años en territorio Sauni As (solo en ese lugar). El 60 por ciento de ella es zona núcleo de la reserva, según el Gobierno Territorial Indígena. [/doap_box]

Para que una persona pueda vivir en tierras indígenas, además de pagar al Gobierno Territorial Indígena (GTI), tiene que cumplir ciertos requisitos, como cuidar los bosques, las fuentes de agua y ser parte de la familia Mayangna, comentan habitantes de la comunidad Ibanasan -El Pantanal, territorio Tuahka, donde 2,251 manzanas de tierras son arrendadas por terceros.

Entre indígenas, arrendatarios y colonos, este el drama que se vive cada día en Bosawas, un territorio donde aún no manda la ley ni la justicia.

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COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Bueno aquí todo está muy claro, mientras él gobierno no quiera hacer nada al respecto nada va acambiar, es muy triste ver como lo más preciado qué todavía queda en muestra Nicaragua no haga haga nada él gobierno, si esto sigue así pasará lo qué pasa en México, porque en el gobierno sólo hay personas qué sólo les interesa el dinero y no les importa destruir lo qué este a su pasó, por favor presidente haga algo por conservar nuestra naturaleza.Antes del triunfo de la revolución ésa era la meta.

  2. Hace 9 años

    Nicaragua rumbo a ser como Corea del Norte, donde la gente se muere de hambre y el canibalismo esta a la orden del dia. Ahi no hay justicia, el que se queja se considera enemigo del gobierno. Las madres se comen a sus hijos y el pueblo es torturado. Es terrible la vida ahi. El que quiere escapar a Corea del Sur, lo torturan y muere. Senores ese sera el destino de Nicaragua, todavia tienen un poco de aire para librarse de esa esclavitud; hagan algo positivo y ahora, porque le viene lo peor.

  3. elgavilansegoviano
    Hace 9 años

    Diganme,…y quienes son los que despalaron, y siguen despalando las reservas Naturales de Nicaragua??….quien mas va hacer?…..el Dueno y Jefe supremo de Todo,….No hay que decir mas nada.

  4. El Tuleño
    Hace 9 años

    Para que nadie lo olvide que los libros de geografía de Nicaragua documenten que el Bosawas se perdió durante la dictadura chamuka. El uniforme de presidente le queda bien holgado al inconstitucional. El inconstitucional mato y velo al Bosawas y si no hacemos algo hará lo mismo con el Cocibolca.

  5. José Salazar
    Hace 9 años

    La “trocha tica” es NADA a la par de este desmadre. Bosawas “FUE” la reserva biológica más importante de centroamérica. Hoy, tierra de luchas fratricidas alimentadas por la codicia y la politiquería. Se le debería preguntar al Gobierno qué es lo que va a hacer…pero, para qué quemar “pólvora en zopilotes”

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