De origen asiático y extendido por todo el mundo, el ajo es un ingrediente cuyas propiedades medicinales todavía se desconocen. Le contamos diez curiosidades sobre este pariente de la cebolla que, según las creencias, hasta ahuyenta vampiros.
1. Medicina. Durante la Segunda Guerra Mundial se le conocía como la “penicilina rusa”, pues se usaba ante la falta de ese medicamento.
2. Aliento. Su olor característico se produce en el centro de cada “diente”. Si se desea evitar el olor, solo se debe retirar el centro.
3. Anticoagulante. Es considerado un anticoagulante natural.
4. Brujería. Durante la Edad Media se estigmatizó su consumo, pues era relacionado con conjuros. Se decía que las brujas lo usaban para sus pócimas.
5. Animales. El ajo y la cebolla pueden provocar envenenamiento y anemia en los perros, según una publicación de la revista alemana DOGS.
6. Antigripal. En la medicina natural se usa también para tratar la gripe, acné, el colesterol alto y hasta como repelente contra los zancudos.
7. Preservante. Las tropas de Alejandro Magno, los ejércitos bárbaros de Atila y Gengis Khan distribuían ajo para conservar carnes.
8. Parásitos. Se dice que hace 5,500 años, los sumerios, una antigua civilización mesopotámica, lo usaban para combatir parasitosis y evitar epidemias.
9. Espíritus. A finales del siglo XVIII se empezó a colocar las ristras de ajo en las entradas de las casas como una forma de ahuyentar a los malos espíritus. Para aumentar el efecto se le colocaba un lazo rojo.
10. Diabetes. Su consumo en exceso puede aumentar o reducir el efecto de algunos medicamentos usados contra la diabetes.