Los arbolitos, las mariposas y las candelas romanas están entre los productos preferidos de los niños en las noches festivas de diciembre, pero también resultan ser las principales causas de quemaduras en este segmento.
“El 5 de diciembre recibimos el primer caso de quemadura por pólvora. Supimos que el producto se consiguió en el mercado, fue un arbolito con lo que se quemó este niño”, expone Yader Cisneros, médico pediatra en la Unidad de Quemados de Aproquen. Desde entonces hasta el 31 de diciembre se atendieron 17 pacientes con quemaduras por pólvora, de un total de 36 niños quemados por diversas causas. Según registros del Ministerio de Salud (Minsa) en diciembre de 2013 hubo 31 atenciones de estos casos.
El doctor Cisneros explica que en el último mes del año se registra un aumento en los ingresos de pacientes, pero en 2014 la cantidad y gravedad de los accidentes fue significativamente mayor. “El año pasado la cifra rondó los treinta, no tengo el dato preciso, pero este año hubo más accidentes”, sostiene el médico.
La mayoría de los casos atendidos al cierre del año fueron de quemaduras de segundo grado, que se refiere a lesiones de gravedad moderada.
EN PULPERÍAS
La explosión de arbolitos y triquitraques, las quemaduras con varillas incandescentes y la escocedura al contacto de las chispas son las principales razones por las que llegan los pacientes a Aproquen, que atiende los 365 días del año.
Según la información médica que se solicita al ingreso, la mayoría de los menores confiesa haber comprado estos productos en mercados, pulperías o a vendedores ambulantes, aun cuando la Policía Nacional prohíbe en el Plan Pólvora la venta de productos pirotécnicos en puntos no autorizados.
“Ninguno de estos productos es para niños, no son juguetes, todo lo que te exponga alfuego o al calor excesivo representa peligro, pero hay padres que siguen comprando estas cosas a sus hijos”. Yader Cisneros, pediatra de Aproquen.
“Ninguno de estos productos es para niños, no son juguetes, todo lo que te exponga al fuego o al calor excesivo representa peligro, pero hay padres que siguen comprando estas cosas a sus hijos, y peor aún, dejan que los manipulen sin
supervisión”, expone Cisneros.
¡CUIDADO!
Los otros 19 pacientes de la Unidad de Quemados de Aproquen llegaron hasta ahí por haber tenido contacto con líquido caliente o por exposición directa al fuego o brasas.
Es el caso de “Juan”, el niño que ingresó este diciembre con quemaduras de segundo grado en la mitad de su cuerpo, luego de que accidentalmente chocara con su madre que cargaba una olla de agua hervida.
Las quemaduras de este tipo encabezan los registros en los expedientes, por lo que se recomienda que los niños no permanezcan en el área de las cocinas.
“En esta temporada los niños están de vacaciones en la casa, salen a jugar a la calle, a los predios, y la gente tiene la mala práctica de quemar basura, hay niños que se paran o caen accidentalmente en brasas”, explica el médico.