Las oportunidades de ingresar al Salón de la Fama del beisbol de las Grandes Ligas, se contraen o expanden en proporción directa a la intensidad del brillo desplegado durante una trayectoria en la cima del juego.
Por eso, Randy Johnson y Pedro Martínez, luminarias que llevaron el picheo al máximo nivel, deben ingresar sin obstáculos mañana, cuando se devele a los nuevos miembros del campo de los inmortales del juego.
Craig Biggio tiene una buena oportunidad, tras haber quedado a la orilla el año pasado (tuvo 74.8 por ciento y necesita 75 por ciento), pero al igual que John Smoltz y Mike Piazza, deben ser objeto de revisión en aduana.
¿Entrarán cinco a la vez? Es muy difícil, más allá de los méritos de cada candidato. La única vez que ingresaron cinco fue en 1936, cuando se inauguró el Salón. De modo que por ahora, seguros solo Johnson y Martínez.