Luego de haber sufrido derrumbes en sus laderas por el terremoto que estremeció a Managua la tarde del 10 de abril del año pasado, la laguna de Asososca terminó el año 2014 con “mal olor” debido a la mezcla de sus aguas profundas que contienen ácido sulfhídrico con las superficiales utilizadas, que son potables y de las cuales se abastece parte de la capital.
Según David Quintana, de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Sostenible (Fundenic), esto es un fenómeno “efímero y natural” que ocurre en todas las lagunas de origen volcánico, que “como máximo puede durar hasta veinte días”, dijo Quintana.
El fenómeno ocurre por la fuerza de los vientos de diciembre, enero, febrero y marzo que provocan una mezcla total de las aguas de Asososca y que incluso trastornan el color del agua cambiándolo a verde turquesa.
FENÓMENOS EN ASOSOSCA AFECTAN AGUA POTABLE
En abril pasado, Erwin Barreda, presidente ejecutivo de Enacal, informó que aparte de los derrumbes en las laderas y en el acceso de la laguna de Asososca, hubo una separación longitudinal sobre esa fuente hídrica y rupturas en la tubería que abastece con agua potable la zona entre Las Piedrecitas y Satélites de Asososca, al Suroeste de Managua, sin embargo el servicio se restableció el 14 de abril.
De igual manera, por el mal olor que se percibió en el lugar desde el 31 de diciembre pasado, la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) decidió suspender el suministro de agua en varios barrios capitalinos, a pesar de que el director de gestión ambiental de Enacal, Martín Brenes, dijo al sitio web El 19 Digital que no había peligro.
De la laguna de Asososca se bombea diariamente unos 120 millones de galones de agua potable, por eso en esta ocasión se afectaron los barrios del Distrito Dos de Managua y otros de los Distritos Tres, Uno y Cuatro.
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