La fotógrafa belga Michéle Sennesael enfrentó un proceso de deportación en la total indefensión, explicó Gonzalo Carrión, asesor jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
“Al estar en la total indefensión, al no tener derecho a su legítima defensa, como se establece en los procesos de deportación, el proceso como tal se convierte en ilegal y violatorio de los derechos humanos de esta fotógrafa”, señaló Carrión.
[doap_box title=”Encerrar a Nicaragua” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
E l propósito de deportar a personas como la fotógrafa belga Michéle Sennesael es delicado y preocupante , según Gonzalo Carrión, asesor jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
“El objetivo es encerrar a Nicaragua ante el mundo. Evitar que el mundo sepa que en Nicaragua se reprime a la población, porque no olvidemos que a ella (Sennesael) la sacan por estar cubriendo las protestas en El Tule”, mencionó.
Carrión señaló que este caso, en ese sentido, es similar a la deportación que se dio del fotógrafo chileno Héctor Retamal, de la agencia de prensa AFP, en mayo del 2013, bajo señalamientos de supuesto espionaje
“En este caso lo sacan porque estaba haciendo un trabajo fotográfico en las cercanías de la Presidencia. Por andar investigando, levantando información”, recordó.
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Michéle Sennesael fue arrestada el pasado 21 de diciembre y luego expulsada del país, después de hacer fotografías de las protestas en contra del Canal Interoceánico que se dieron en El Tule. Esto como parte de su investigación sobre las poblaciones rurales que serían afectadas por el proyecto.
Las autoridades aún no han brindado una explicación oficial sobre las causas por las cuales se deportó a Sennesael. LA PRENSA buscó las versiones tanto de la Policía Nacional como de la cancillería, pero estas entidades no atendieron nuestras consultas. En tanto el Ministerio de Gobernación, al cual está adscrito el Departamento de Migración, no se ha pronunciado sobre este caso.
Además de su deportación, Sennesael denunció el robo de cámaras, computadora, videos, trípode, teléfonos, memorias USB, equipo que en conjunto estaría valorado en unos diez mil euros.
“Las formas y procedimientos para sacar a un extranjero están establecidos por la Ley de Migración y Extranjería. Tiene que haber una resolución motivada y el extranjero tiene derecho de apelar. Él tiene derecho de ser oído, pero en este caso no se le dieron posibilidades y hasta el momento no conocemos la resolución oficial en la cual se determinan las causas de su expulsión”, insistió Carrión.
Las autoridades diplomáticas de la Comunidad Europea asentadas en Nicaragua no se han pronunciado, al menos públicamente, sobre el incidente. Sennesael por su parte, no ha confirmado si expondrá su caso ante el Gobierno de su país.
“Los extranjeros en Nicaragua, igualmente están cubiertos por los derechos establecidos en la Constitución Política. Claro, hay cosas que son derechos propios de los nicaragüenses, pero los extranjeros están cubiertos, y en este caso, se violentaron sus derechos humanos elementales”, puntualizó Carrión.
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