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Arnol Rizo, actual jugador de las Fieras del San Fernando, sostuvo ayer en la mañana un encuentro con scouts. LAPRENSA/ MANUEL ESQUIVEL

Rizo espera que Baltimore lo firme

Una camisa azul, pantalón gris y medias azules hasta la rodilla como en los tiempos de antaño, Arnol Rizo pisó el Estadio Nacional Dennis Martínez. El beisbol es el estimulante que le da sentido a su vida, a su economía y a su pueblo.

Una camisa azul, pantalón gris y medias azules hasta la rodilla como en los tiempos de antaño, Arnol Rizo pisó el Estadio Nacional Dennis Martínez. El beisbol es el estimulante que le da sentido a su vida, a su economía y a su pueblo. Desde Malpaisillo, León, este deporte fue el hechizo que lo convirtió en la figura nacional en ascenso. Quien tiene sueños como Rizo tiene esperanza. Saltó al terreno. Corrió como si fuera tras Usain Bolt, lanzó como si David Green impulsara su brazo y con su swing de contacto simuló lo crudo que es la vida, en la cual se le pega de frente a la pelota como a los problemas.

[doap_box title=”DATOS” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Arnol Rizo corrió 60 yardas mejor que el promedio establecido que es 6.9 segundos. El muchacho marcó 6.7, para una cifra catalogada como buena. Además sus lanzamientos desde los jardines tuvieron una velocidad de 87 millas por hora según el radar de Joel Bradley. Al finalizar el día, los scouts terminaron contentos y recordaron a Denis Martínez.[/doap_box]

“No estoy presionado. Más bien estoy contento porque no me esperaba esto en mi carrera”, indicó el jardinero. Rizo no tiene el perfil de ser un duque con el bate, pero puede colocar la pelota con tan solo echarle una mirada. Su estilo de jugar, despojado y con elegancia en el fildeo, desdeña la peculiaridad que los ojos del jefe internacional de scout Joel Bradley vieron por primera vez en noviembre en el mundial de Taiwán. “Me gustó, pero como uno ve tantos jugadores simultáneamente no tiene una visión más precisa del muchacho”, recordó el norteamericano.

Elvis Ríos, panameño y jefe de área de scouts, con una cámara de vídeo retrataba al jugador que los hizo moverse de su país. “Tiene muchas herramientas, puede jugar y es competitivo. A nosotros nos llama la atención porque se enfrenta a los pícheres y los desafía, sin embargo no dependerá de nosotros sino de nuestro jefe Fred Ferreira, conocido como el ‘Tiburón del Caribe’, y ya en la tarde nosotros enviaríamos el reporte”, señaló el panameño.

Terminado el “Tryout”, Rizo fue llamado al terreno. Pensaba en cuál sería el veredicto final, a pesar de ello sabía que no necesitaba dinero, sino el chance de gritar, que aunque había nacido en una casa pobre y pueblo remoto, las puertas de su presente podrían depender de esta consecuencia del destino, cuando se permitió el ingreso de jugadores de más de 21 años al Mundial Sub-21, donde Nicaragua fue cuarto y él el mejor jardinero central de todos los países participantes.

“Si yo tuviera la potestad le daría una oportunidad, pero pasaré mi reporte y Fred dirá si o no”, reiteró Bradley. Mientras tanto Rizo suspira y espera escuchar el “yes”.

“Rizo tiene muchas habilidades y eso es lo importante.  A veces las personas se preguntan por lo de la edad,  y con 23 años se espera que el jugador tenga una mayor evolución que el promedio firmado”. Joel Bradley, Scout (camiseta negra).  LAPRENSA/ MANUEL ESQUIVEL
“Rizo tiene muchas habilidades y eso es lo importante. A veces las personas se preguntan por lo de la edad, y con 23 años se espera que el jugador tenga una mayor evolución que el promedio firmado”. Joel Bradley, Scout (camiseta negra).
LAPRENSA/ MANUEL ESQUIVEL

 

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