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Los fuertes vientos arrancaron el techo de un pabellón de la escuela Elías Serrano, de Jinotepe. LA PRENSA/ M. CALERO

Vientos arrancan techo de escuela

Funcionarios de la delegación central del Ministerio de Educación (Mined) visitaron ayer las instalaciones de la escuela Elías Serrano, de Jinotepe, para evaluar los daños causados por los fuertes vientos que arrancaron más de 120 láminas de zinc de uno de los pabellones, el pasado jueves.

Funcionarios de la delegación central del Ministerio de Educación (Mined) visitaron ayer las instalaciones de la escuela Elías Serrano, de Jinotepe, para evaluar los daños causados por los fuertes vientos que arrancaron más de 120 láminas de zinc de uno de los pabellones, el pasado jueves.

A las 12:00 del mediodía del jueves los vientos levantaron las láminas y en vista del peligro, ayer el Benémérito Cuerpo de Bomberos, la Policía y funcionarios del Mined quitaron lo que había quedado del techo.

Fueron más de 120 láminas de zinc que cubrían el primer pabellón, donde se ubicaba la dirección y los grados de primero a cuarto.

Julio César Sánchez Zeledón, guarda de seguridad, manifestó que este zinc era nuevo, pues el año pasado la escuela había sido reparada y se había hecho el cambio.

“En ese momento (el jueves) comencé a reclavar porque se habían desprendido unos renglones, a esa hora estaba la directora y el subdirector porque están matriculando, cuando de repente se escuchó un estruendo, yo me guindé pensando que lo iba a sostener, pero qué va se fue de viaje”, dijo Sánchez.

Todo el zinc que arrancó el viento fue recogido en una esquina del colegio, mientras se hace una evaluación de cuántas láminas están dañadas y cuántas se pueden recuperar.

[doap_box title=”En Jinotega” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]En Jinotega los vientos han tirado cables y techos. El jefe de los bomberos, subcomandante Silvio Martínez, explicó que se han registrado 16 emergencias a causa de los vientos, siendo más afectados en el barrio Proyecto Linda Vista y el Carlos Rizo. También hubo derrumbe de árboles. Algunos pobladores se mostraron preocupados por los constantes apagones y los cables que han caído. Lucía Blandón, habitante del barrio Moisés López, hizo un llamado a la empresa distribuidora de energía para que revise los sitios en donde se han dado los cortocircuitos.[/doap_box]

“Las autoridades inmediatamente se presentaron, estaban preocupadas porque los daños fueron fuertes, estamos hablando que este es uno de los pabellones más grandes de los tres que tiene la escuela”, agregó Sánchez.

TURISTAS SIGUEN LLEGANDO

Mientras, en algunas zonas de Masaya el violento vaivén de las olas y la furia del viento no ha menguado la visita de turistas nacionales y extranjeros a la laguna de Apoyo.

“Venimos a refrescarnos un rato, porque todavía no entramos a trabajar. Pues estas aguas son sabrosas y refrescantes a pesar del viento que azota el lugar. Nosotros acostumbramos a venir antes del verano. Aquí encontramos precios accesibles de las comidas y bebidas. Creo que antes de la Semana Santa va a venir más gente, por eso aprovechamos ahorita que hay poca afluencia”, dijo Milton Cruz, visitante de Managua.

Magda Aguilera, propietaria de un negocio, dijo que la afluencia ha disminuido un poco con respecto a diciembre y destacó que “ofrecemos tranquilidad y comida nacional, esta zona es segura y las aguas son limpias, así que las personas que quieran animarse todavía a venir, los esperamos. Aquí usted encontrará hoteles, restaurantes, hostales y los bares en la zona de los ranchos”.

La laguna de Apoyo se ubica entre los límites de los departamentos de Masaya y Granada. En 1991 fue declarada reserva natural.

 

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