La ofensiva del Bóer resucitó, mientras que el picheo de relevo de Jorge Bucardo dejó a un lado los dolores de cabeza del mánager Manuel Colina, y el equipo capitalino derrotó 8-4 a los Tigres de Chinandega, para evitar la barrida y mantener las esperanzas de avanzar a la final de la Liga de Beisbol Profesional Nacional (LBPN).
Jonrones de Yosmany Guerra y Jimmy González resplandecieron en Chinandega y le dieron impulso al bateo del equipo de Managua, que tuvo en Sandor Guido y Darwin Sevilla a sus mejores exponentes, al irse ambos de 4-2, aunque un doble de tres carreras hizo de Jilton Calderón el bateador más productivo de la tropa.
El Bóer seguro llegará al partido con la moral alta, pero con un picheo muy desgastado, y una vez más los Tigres tendrán la oportunidad de acabar la serie y avanzar a la final ante los Gigantes de Rivas. [/doap_box]
Bucardo ganó con un gran relevo de 5.1 entradas en blanco, de un boleto, un golpe y cuatro ponches, después de la frágil apertura de Gustavo Martínez que no pasó del segundo inning y el corto relevo de Anyelo Sánchez, que incluso salió lesionado.
Wilber, el hermano mayor de Jorge, sacó los últimos cuatro outs del partido, para preservar la victoria del Bóer.
El sufrimiento fue para Cairo Murillo, mánager de los Tigres, quien vio salir explotado a su abridor Jonathan Vargas, que aceptó tres carreras en el primer inning y perdió el juego, mientras que su primer relevo Mainor Mora permitió dos y una más en el segundo. En total, fueron siete los pícheres utilizados por el timonel.
De nada sirvió el vuelacercas de Renato Morales como primer bateador del juego para los felinos, ni el bateo de 5-3 y par del remolques del dominicano Agustín Séptimo o el par de hits de Casey Hearther.
Inicio fatal
El inicio del partido marcó el rumbo del mismo, con un rally de cinco carreras del Bóer en el primer episodio, con doble productor de tres de Calderón, elevador de sacrificio de Raúl Reyes y sencillo remolcador de Sandor Guido.
Los Tigres respondieron con jonrón de Morales, pero La Tribu ripostó con vuelacercas de Yosmany Guerra en el segundo.
Fue en ese episodio que crecieron las esperanzas de los chinandeganos, con el hit remolcador de dos de Séptimo y otra anotación por elevado de sacrificio de Esteban Ramírez en el tercero, en una jugada que terminó en doble play al ser sacado en tercera Luis Allen. El marcador se puso 6-4.
Fue Bucardo el que se apuntó esos dos últimos outs del tercero y después silenció a los Tigres, que vieron anotar al Bóer su séptima carrera por un roletazo incómodo a la segunda base de Sandor Guido y la octava en el sexto, por el vuelacercas de Jimmy González.
El Bóer sigue con un pie en la tumba, más aún por el desgaste de su picheo, pero jugará con una inyección de energía mañana, después de este gran triunfo en tierras chinandeganas.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 B