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LA PRENSA/U. MOLINA

¡Mamá, yo estoy aquí!

Mía Isabella, adora a Thiago. A pesar de solo tener 2 años, ella sabe que su hermanito está dentro de la “pancita” de su mamá. Ella toca el vientre y Thiago responde con una “patadita”, le da besos y abraza el voluptuoso abdomen de su madre, Carolina Escobar. Cuando habla de su hermanito, muestra una gran sonrisa. Está feliz.

Mía Isabella, adora a Thiago. A pesar de solo tener 2 años, ella sabe que su hermanito está dentro de la “pancita” de su mamá. Ella toca el vientre y Thiago responde con una “patadita”, le da besos y abraza el voluptuoso abdomen de su madre, Carolina Escobar. Cuando habla de su hermanito, muestra una gran sonrisa. Está feliz.

Thiago nació un día después de la sesión de fotos. Mía Isabella cambió. Los juguetes del pequeño ahora los quiere ella, incluso hasta la cama donde dormirá el nuevo miembro de la familia. Desde que su hijo estaba formándose en el vientre, sus padres platicaron con ella para que reciba contenta a Thiago, y así Mía no sienta celos o alguna molestia. Aunque por más intento siempre hay una reacción.

La psicóloga Onelia Alegría afirma que con la llegada de un nuevo bebé a la familia se experimentan cambios repentinos, y por ende los más afectados son los niños. Algunos se vuelven agresivos, malcriados, celosos, presentan inseguridades y hasta cambios en el comportamiento, porque se sienten desplazados debido a que los padres y demás familiares empiezan a centrar su atención en el nuevo miembro por demandar mayores cuidados.

QUE LO CONOZCA

Para evitar que su otro hijo o hija se sienta mal es importante que empiece por prepararlos desde el embarazo. Háblele con lenguaje sencillo y comprensible, y tenga por seguro que el proceso de transición se le facilitará.

Lo primero es comunicarle que tendrá un hermanito y que nacerá en un “tiempito”, dado que a veces los pequeños no comprenden los intervalos de tiempo. Es muy común que su hijo o hija le empiece a preguntar detalles del nacimiento o formación del bebé, así que le tocará explicarle. ¡No lo dejará con la duda! Porque solo está interesado en conocer más del proceso y un momento idóneo para mostrarle las fotos de cuando él o ella estaban recién nacidos, puede visitar amigos que tengan bebés, leer libros, incluso hasta dejarlo que lo acompañe a las citas médicas, con esto, su hijo se sentirá informado, amplía Alegría.

De igual manera se recomienda involucrarlos al pensar en posibles nombres para el bebé. Los especialistas consideran saludable emocionalmente que usted comparta los planes familiares con su hijo, para que él sepa qué esperar cuando llegue el día y su hermanito esté en casa.

Y cuando ya estén en la casa, pues con mucho cuidado deje que el niño o niña cargue al bebé, le ayude con el baño o a vestirlo. Entre más interactúen, tenga por seguro que la relación entre hermanos será mucho mejor. Puede pasarle los pañales, el champú, elegir la ropa del bebé, en fin, todo lo que le permita hacer, de acuerdo con su edad.

Es importante que no olvide como padre o madre pasar un tiempo a solas con su otro hijo. Como dice la Biblia, hay un tiempo para todo, y el pequeño merece esos momentos de calidad para que se sienta amado.

Espectáculo Mía Isabella miembro transición archivo

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