Procedentes de todas las parroquias de la Diócesis y otros puntos del país, más de 30,000 personas estuvieron este jueves en las solemnidades religiosas en honor a Nuestro Señor de Esquipulas, celebradas en el santuario diocesano de Esquipulas, Matagalpa.
En su homilía, Brenes recordó que si bien el sacerdote franciscano Wilfredo Jarquín fue quien le propuso iniciar una peregrinación en la Diócesis, fue “el Señor quien nos iluminó para pensar que en la Diócesis Él había escogido un lugar con la presencia de esta bella imagen que ya, en años anteriores, atraía a cantidad de hermanos”.[/doap_box]
La mayoría de los feligreses llegaron un día antes, en masivas peregrinaciones que partieron desde tres puntos diferentes del departamento: El Cacao, municipio de Darío; El Rodeo, del municipio de Muy Muy, y desde el poblado de San Dionisio, donde el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, acompañó a los peregrinos. Cada trayecto supera los veinte kilómetros de distancia hasta el Santuario.
“Todos los años venimos, desde que empezaron estas peregrinaciones”, afirma doña Bertilda Martínez, quien caminó desde El Rodeo junto con su consuegro Arsenio Sotelo. “Nos cayó lluvia, pero aquí estamos contentos”, agregó.
Las peregrinaciones al Santuario de Esquipulas cumplieron veinte años. Sotelo recuerda que “antes empezaban en Sébaco y eran tres días caminando” y lamenta que en tres ocasiones no ha podido asistir.
En el vigésimo aniversario, el lema de la actividad religiosa fue “La familia, semillero de las vocaciones”.
El obispo Álvarez, al final de la misa, dijo que en la Diócesis “Ya nos estamos preparando para la próxima peregrinación”, la cual dijo que será el primer domingo de mayo, cercano a la celebración de la Santa Cruz, en un viacrucis desde la Catedral de Matagalpa hasta la Cruz con la imagen de la Virgen de Guadalupe en el cerro Apante, denominado Montaña de la Paz.
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