En medio de una angustiante asfixia, generada por un partido que se mantuvo revestido de un dramatismo intenso, los Gigantes de Rivas sobrevivieron al acoso de los Indios del Bóer y los vencieron 2-1, para frenarles el ímpetu que los llevó a ganar cinco juegos corridos.
Rodney Rodríguez, quien perdió, trabajó siete innings de cinco hits, dos carreras sucias, dos ponches y tres bases. Lo relevó Jorge Bucardo, quien lanzó el octavo perfecto.
Los Indios coleccionaron siete hits, incluyendo dos de Raúl Reyes, mientras que los Gigantes se quedaron con cinco, de ellos dos de Wuilliam Vásquez. [/doap_box]
Los Gigantes no ganaron a su estilo. Lo hicieron a pellizcos, con dos carreras sucias, facilitadas por titubeos de la defensa india, pero en una situación precaria como la que vivían, este triunfo supo a gloria, con el cubano Frank del Valle convertido en el gran soporte.
En realidad, veneno zurdo fue la fórmula empleada por los Gigantes, que tras disponer de un estupendo trabajo de Del Valle en siete entradas, echaron mano de otro zurdo, José Escalona, quien se encargó de sujetar la ventaja, incluso cuando el drama se volvió más intenso.
De esta forma, la Serie Final se puso 2-1, siempre a favor de la tribu, que tropezó por falta de bateo en el momento cumbre y vacilaciones de su defensa, en un juego en el que se cambió al juez principal (Jorge Castillo) golpeado por un foul y los equipos casi se van a los golpes.
INDIOS LLEGAN AGRESIVOS
Después de haberle puesto punto final al partido del sábado con un jonrón que será conservado en la memoria colectiva, José Campusano inició el de ayer con un doble que provocó un escalofrío en la espalda de los Gigantes.
Pero al instante, Campusano se precipitó y fue puesto out en tercera, tras correr erráticamente. Y ahí comenzó a crecer Del Valle, quien colgó cuatro ceros al hilo con cuatro ponches. Y mientras eso pasaba, los Gigantes se iban arriba.
Más que por méritos propios, los rivenses pisaron el home por dos fallas de la tribu. Raúl Reyes botó un batazo de Wuilliam Vásquez y Roberto Ramírez pisó el plato, pese al dominio de Rodney Rodríguez, quien fue abandonado.
Los Indios habían probado que no bajarían la guardia y nivelaron 1-1 en el quinto, cuando Yosmany Guerra envió al home con hit a Sandor Guido, embasado por boleto. La angustia cobijó de las tribunas.
Pero el Bóer tendría otro obsequio que los Gigantes aprovecharían gustosos. Guerra erró en batazo de Ramírez, quien se robó la segunda, desde donde anotó por hit de Vásquez, para el 2-1, que ya no fue movido del marcador.
La oportunidad cumbre para el Bóer llegó en el sexto, pero no fue aprovechada. Jesús Valdez y Reyes abrieron con hit, pero un intento de toque de Juan Torres fulminó al colombiano en tercera.
Y para remate, Reyes fue atrapado en viraje de Del Valle, quien tras lanzar sin problemas el séptimo, fue ayudado en el cierre por José Escalona, quien preservó la victoria, no sin antes sufrir su propio drama en el cierre.
El Bóer le puso hombre en tercera a Escalona en el octavo, pero él respondió con ponche ante Juan Carlos Urbina, y en el noveno, vino Jimmy González al bate con dos en base y dos outs en la pizarra, pero de nuevo creció el venezolano.
El ponche a Jimmy fue de oro para los rivenses, no solo porque significó el final del juego, sino porque llegó luego que un golpe de Escalona a Guerra por poco genera una guerra en el campo.
Los dougouts se vaciaron y los involucrados se dijeron cosas, pero al final Escalona tenía una última bala y se la propinó a Jimmy.