El cambio climático está provocando que caficultores de Jinotega principal departamento productor de café en Nicaragua pierdan al menos la mitad de los cafetales, en dependencia de la altura donde están ubicados. Varios productores han tenido que mediar en bancos para poder invertir un poco más y rescatar sus cosechas.
La falta de mano de obra campesina afectó a varios finqueros que no han llegado a realizar sus trabajos de corte y recolección del grano.
La lata de café en la mayoría de las fincas se está pagando a 32 córdobas más el alojamiento y la comida. En algunos lugares se están dando programas “Paso a paso” en donde los hijos de los cortadores reciben clases de reforzamiento escolar, otra de las razones por las que los cortadores están prefiriendo quedarse en determinados puestos de corte. [/doap_box]
Pedro Monzón, productor de Yalí, comenta que en el caso de su finca la roya afectó varias plantaciones; sin embargo espera sacar cincuenta quintales de café para poder reponer la parte económica que perdió anteriormente.
La ingeniera forestal Agnes Vindell opina que la falta de lluvias es lo que ha afectado al crecimiento y la maduración del grano, lo que implicó que el proceso de la cosecha fuera lento.
Las fincas con alturas de 1,000 a 1,200 metros sobre el nivel del mar apenas están comenzando la maduración del grano; no obstante la mayor producción de café en Jinotega se ha dado en Wiwilí, El Cuá y Bocay.
En lugares como Lipululo, comunidad de Jinotega, apenas están comenzando con los cortes. El productor Orlando Castillo dice que no se vio afectado por la roya, como otros finqueros que perdieron la mitad de sus cosechas, pero ha tenido problemas por el cambio climático que han provocado lentitud en el ciclo de maduración.
En Nueva Segovia ocurre lo mismo, sobre todo a los productores que tienen fincas en alturas superiores a los mil metros sobre el nivel del mar, quienes temen que el grano de café no logre madurar.
La maduración en esas zonas es a la fecha apenas del cinco por ciento y no han empezado el corte. El año pasado ya habían entrado a la temporada fuerte y habían logrado ya el veinte por ciento de avance en el corte de café, indicó Miguel Gámez, miembro de una cooperativa con incidencia en las comunidades de La Laguna 1 y La Laguna 2.
En el ciclo pasado para diciembre el sector ya tenía el veinte por ciento de la cosecha cortada y el 10 de enero ya habían entrado a la temporada pico; este año esperan que el corte apenas podría empezar el 10 de febrero y finalizar el 10 de marzo.
Añadió el caficultor que la parte baja del municipio de Dipilto el café necesitará más lluvia, de lo contrario el riesgo es que el café quede verde. El fenómeno es producto de los cambios climáticos que provocaron el año pasado varios meses de sequía que influyó en la floración tardía de las plantaciones de café.
Otro factor climático señalado por los caficultores en las zonas altas de Dipilto, Mozonte, San Fernando y Jalapa son los fuertes fríos acompañados de fuertes vientos y lluvias, afectando directamente la semilla en etapa de maduración.
Lo peor del fenómeno es que en esos lugares donde las plantas están cubiertas aún de granos (que no han madurado) ya está floreciendo prematuramente y el movimiento de los cortadores a partir del 10 de febrero y los vientos dañarán la floración y por consiguiente la cosecha del 2015-2016 podría convertirse en una de las peores, advierten.
“Las plantas están cargadas, el punto está en que el café logre madurar, de lo contrario la economía de Dipilto, que depende casi solo del café, se vería seriamente afectada”. Franklin López Moncada, vicealcalde de Dipilto.
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