Los gobernantes de América Latina respaldaron este miércoles al presidente de Cuba, Raúl Castro, en su demanda a Estados Unidos de levantar el embargo para normalizar las relaciones, al saludar en la cumbre de la Celac en Costa Rica el acercamiento entre ambos países.
Aunque la pobreza es el tema oficial de la III Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y del Caribe (Celac), el gobernante cubano acaparó la atención internacional en el primer encuentro con sus colegas de la región tras el histórico anuncio del 17 de diciembre sobre el deshielo de relaciones.
“El restablecimiento de relaciones diplomáticas es el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales pero esta no será posible mientras exista el bloqueo”, dijo Castro, ante el plenario de la Cumbre, que se celebra en Belén, 15 km al oeste de San José.
El presidente cubano informó a sus colegas de los resultados de la reunión que tuvieron hace una semana en La Habana altos funcionarios de ambos países para avanzar hacia el restablecimiento de relaciones, advirtiendo que el embargo es “el problema principal” que “no ha sido resuelto”.
El mandatario cubano reconoció el llamado que hizo la semana pasada el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que el Congreso levante el embargo vigente desde 1962, pero le pidió usar sus “amplias facultades ejecutivas para modificar sustancialmente la aplicación del bloqueo”.
Washington anunció recientemente cambios para flexibilizar las restricciones a viajes de estadounidenses a Cuba y el intercambio comercial, pero el grueso de sanciones económicas y comerciales se mantienen en la “ley Helms-Burton” de 1996, y sólo podrán ser desmontadas en el Congreso.
Respaldos a Cuba y Colombia
El llamado de Castro fue apoyado uno a uno por sus colegas, quienes también celebraron la próxima participación de Cuba en la Cumbre de las Américas, el 10 y 11 de abril en Panamá, a la que asistirá el presidente cubano. “Será verdaderamente histórica”, dijo el mandatario colombiano Juan Manuel Santos.
“Eso que llaman bloqueo es una persecución criminal contra el pueblo de Cuba. Si bien es cierto que se ha dado un paso fundamental por el presidente Obama aún falta mucho camino por andar”, dijo el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“No tengo dudas de que la Celac ha sido un catalizador de ese proceso. Fueron necesarios coraje y sentido de responsabilidad histórica por parte de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama para dar ese importante paso”, destacó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
A su vez, el gobernante nicaragüense Daniel Ortega afirmó que el bloqueo “tendrá que desaparecer (…) aunque estén quienes se oponen a la intención del presidente Obama y a la ruta que ha trazado”.
“Basta del bloqueo criminal a Cuba que atenta (…) contra el derecho internacional”, clamó el ecuatoriano Rafal Correa, que recibirá de Costa Rica la presidencia del bloque.
Los gobernantes o delegados de los 33 países del bloque -que excluye a Estados Unidos y a Canadá- saludaron también las negociaciones de paz entre el gobierno de Santos y la guerrilla de las FARC.
Santos informó a la Celac que las discusiones avanzan “con seriedad y con prudencia”, aunque reconoció que los temas pendientes son “difíciles”: “Ahora estamos trabajando simultáneamente en los derechos de las víctimas y el fin del conflicto en sí mismo”.
Más cerca de China
Los mandatarios debaten el combate a la pobreza, en momentos en que el bajo crecimiento económico en América Latina, que la CEPAL proyectó en un 2,2% este año, amenaza los avances de la última década. De los 600 millones de latinoamericanos un 48% era pobre en 2002 y en los últimos dos años se estancó en un 28%.
“La Celac debe continuar consolidando su relación con otros bloques y países estratégicos”, dijo el presidente Luis Guillermo Solís, al señalarlo como una vía para buscar el desarrollo y atacar “al hambre y a miseria”.
Bajo la presidencia de Costa Rica -único país centroamericano que tiene relaciones con China-, la Celac se acercó a la Unión Europea pero sobre todo al gigante asiático, que prometió invertir 250.000 millones de dólares en los próximos 10 años en América Latina y el Caribe.
En la Cumbre salió a la luz la tensión entre Nicaragua y Costa Rica, con un un fuerte cruce de palabras entre Solís y Ortega luego de que éste cedió el micrófono a un líder independentista puertorriqueño, por considerar que violentó el procedimiento de las sesiones.
