La última vez que Katia Cardenal cantó con su hermano Salvador fue en su casa, precisamente un 8 de febrero de 2010. Él ya estaba sintiéndose mal, tenía calentura.
“¿Ideay?, ¡este año no hicimos nada!”, le dijo Katia, refiriéndose a la celebración del aniversario del dúo. La noche no pasaría sin dejar huella.
Esa tarde Katia Cardenal llamó a todos los amigos de Salvador y de ella. Llegó Elsa Basil, Clara Grun, Alejandro Mejía, Andrés Sánchez, Danilo Norori, en fin, la casa se llenó. Armaron una rueda y comenzó la guitarreada que duró hasta entrada la noche. La última canción que cantaron fue Arare el aire. Eso fue precisamente el 8 de febrero de 2010. Al día siguiente, el 9 de febrero Salvador Cardenal fue internado en el hospital y muere un mes después.
“Para mí es algo simbólico, logramos completar 30 años de música. Mi hermano murió prácticamente con la guitarra en la mano y yo siempre quiero hacer honor a eso, a su dedicación, porque a pesar de su enfermedad nunca dejo de cantar, de hacer canciones para el medioambiente y de hacer proyectos”, refiere Katia.
¿Y ESOS CHAVALOS?
Aún cuando 35 años y 12 discos se dicen fácil, muchos todavía recuerdan a aquellos dos jóvenes, Katia, de 16 y Salvador, de 19, de pie en un escenario cantando canciones que nadie había escuchado jamás. La gente los quedaba viendo así como “qué onda con estos chavalos”.
Eran años que habían muchas actividades culturales en colegios, en universidades, sindicatos y el Dúo Guardabarranco estaba ahí.