Crístofer “El Látigo” González subió el viernes como favorito a la senda de una pelea instigadora. Es el nuevo campeón mosca al derrotar en diez asaltos a Herald Molina. Joven y ostentoso con sus puños, vapuleaba a su rival mientras su mamá lloraba en una esquina, al ver a su hijo sobre la tarima instalada en el centro de convenciones del Hote Hex. El muchacho se ha convertido en el nuevo brillo de la pantalla.
González ha evolucionado al ritmo del frenesí con el que entrena y en su danza de boxeo recetó ingredientes de rectos y volados destructivos hacia Molina, que como un campeón lleno de terquedad se sacrificó y soportó hasta el décimo asalto, luego que lo habían derribado en el primer round tres veces. En su memoria quedará la poderosa derecha de González, que como una máquina de coser insaciable, desfiguró su rostro.
Por otro lado, Roberto “Dinamita” Arriaza, campeón nacional de las 147 libras, venció por nocaut en el quinto round al originario de Bilwi, David “El Costeño” Bency.
Arriaza avanzó en técnica, su cintura ya no parece una pieza de concreto y con una flexibilidad y mayor velocidad, demostró que su evolución es inminente. Bency fue un sandbag de una marca de nivel, duradero, hasta que cayó diciendo “no más”, con la mirada en la lona y las rodillas doblegadas.
En solo el primer round parecía que el combate de revancha llegaría a su final con otro guion, pero con el mismo protagonista, debido a que en la primera pelea Arriza ganó mayoritariamente.
Con manejo de la distancia al inicio, “Dinamita” sembró una victoria que por momentos Bency se rehusaba a ceder, soportó, buscó pelear en corto y se desplomó.
En la pelea estelar de la noche, sin alteraciones, ni palpitaciones o desborde de talento Junior Ramírez se convirtió en el campeón juvenil plata del Consejo Mundial de boxeo, al derrotar a David “El Nene” Rangel por decisión unánime en diez asaltos.
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