Con cinco actos especiales en cinco diferentes colegios de la capital, el Gobierno y el Ministerio de Educación dan inicio al año escolar 2015. Más de un millón de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria en colegios públicos regresarán hoy a clases.
Más allá del entusiasmo de los primeros días, expertos en Educación coinciden en que uno de los mayores desafíos es mantener a esos alumnos interesados en las clases el resto del año. El acceso, la cobertura y la calidad educativa en Nicaragua muestran un rezago respecto a las expectativas planeadas en 2007.
“Que aumente la matrícula es una buena noticia, refleja que tanto padres como estudiantes están apostando por su formación, pero esta educación tiene que ser de calidad académica y humana para lograr que los niños y jóvenes permanezcan en la aulas”, señala Vanessa Castro, experta en Educación.
Según datos de la coordinadora del Consejo de Comunicación, Rosario Murillo, 836,149 niños iniciarán clases en primaria y educación especial y 347,636 jóvenes están matriculados en secundaria, además de los 243,714 infantes que están en preescolar. Más de millón y medio, si se suma la modalidad a distancia y la posibilidad de nuevas matrículas esta semana, una cifra cercana a los 1.6 millones que registró el Mined en 2014.
En 2013 el 43 por ciento de los niños no completó el sexto grado y un 64 por ciento de jóvenes no terminó la secundaria, de acuerdo con el informe Progreso Educativo Nicaragua 2014, de Eduquemos. Según datos del Mined un promedio de veinte mil estudiantes abandonan anualmente el sistema educativo, además de los bachilleres que reprueban los exámenes de ingreso a la universidad.
“En Nicaragua la tendencia de deserción escolar va en aumento desde primero hasta sexto grado, pero es en los primeros años de primara que el niño desarrolla frustración porque siente que no logra asimilar los contenidos y desiste”, indicó Vanessa Castro, especialista en Educación.
BATALLAS SIN RESULTADOS
Si bien la gratuidad educativa que desde 2007 decretó el gobierno de Ortega ha reflejado un aumento gradual en la matrícula escolar, para el experto en Educación Cefas Asensio Flórez, este es solo un triunfo a medias.
“La mayor preocupación ahora es completar la formación del estudiante, no solo con contenidos adecuados, sino con las herramientas necesarias para potenciar sus conocimientos y habilidades. Es darle al niño y al joven educación de calidad que le permita continuar su formación técnica y universitaria, para que logre integrarse a las actividades sociales y económicas que aporten al desarrollo del país”, señala Flórez.
Luego de la gratuidad, en 2008 inició la llamada Batalla por el sexto grado, que proyectaba la universalización de la primaria en dos años. No hay resultados oficiales de este programa; sin embargo desde el 2012 inició otra batalla: ahora por el tercer año de secundaria.
“No se puede avanzar en materia de calidad educativa si se descuida también la calidad de formación docente. Es importante salir del viejo modelo educativo de memorizar lecciones, se debe trabajar con el razonamiento lógico matemático, la lectura fluida y comprensiva, el desarrollo de las capacidades y cualidad humanas del alumno si se quiere lograr que cese la deserción escolar en el país”, enfatiza.
EXPECTATIVAS
En el Instituto Elvis Díaz Romero se realizará esta mañana el acto central, centro en el que el año pasado se invirtieron 38 millones de córdobas en infraestructura para rehabilitarlo, mismo que había sido clausurado y que esperó cuatro años para su restauración. Según las autoridades, este centro está listo para recibir alrededor de tres mil estudiantes en todas las modalidades.
Mientras en institutos como el Elvis Díaz Romero, Rigoberto López Pérez y Ramírez Goyena el Gobierno centra la atención en actos públicos, los estudiantes del colegio público Experimental México deberán esperar hasta marzo para volver a las instalaciones de este último, ya que desde agosto del año pasado se encuentra en remodelación. Los más de dos mil estudiantes matriculados en el ciclo regular iniciarán el año escolar en una especie de campamento en el centro educativo El Güegüense.
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