La coalición liderada por Estados Unidos que combate al grupo Estado Islámico (EI) en Irak y Siria está “a la ofensiva” y esa organización “será derrotada”, dijo el miércoles el presidente Barack Obama después de solicitar al Congreso que respalde su campaña contra los islamistas.
Obama también afirmó que Estados Unidos “no se involucrará en una nueva intervención terrestre de envergadura en Medio Oriente”, pero que no dudará en desplegar fuerzas especiales contra el EI si fuera necesario.
“Desembarazarse de estos terroristas va a llevar tiempo, sobre todo en las zonas urbanas. Pero nuestra coalición está a la ofensiva. El EI está a la defensiva y el EI será vencido”, subrayó el mandatario.
Obama venía de pedir al Congreso que avale la guerra contra el EI en Irak y Siria por tres años y sin intervención terrestre de larga duración.
El presidente no esperó el aval de los legisladores para ordenar ataques aéreos contra los yihadistas -hubo poco más de 2,000 desde agosto-, pero la resolución que ahora presentó es tanto política como jurídica.
El nuevo texto, si es adoptado, revocaría la autorización acordada en 2002 a George W. Bush para invadir Irak y concedería especialmente a las fuerzas armadas estadounidenses tener como objetivo al EI así como a “las fuerzas y personas asociadas” y prohibiría las “operaciones prolongadas de combates terrestres ofensivos”.
Porque, como insistió Obama en una referencia explícita al conflicto en Irak que costó la vida a cerca de 4,500 efectivos estadounidenses, “Estados Unidos no debería comprometerse en una nueva intervención terrestre de envergadura en Medio Oriente. Eso no está dentro del interés de nuestra seguridad nacional y no nos ayuda a llevar al EI al fracaso”.
Por lo tanto, el presidente dijo estar dispuesto a desplegar fuerzas especiales, las tropas de élite, “si nuestra inteligencia da cuenta de una reunión entre dirigentes del EI y si nuestros socios no tienen la capacidad de tenerlos como objetivo”.
“No podría aceptar que estos terroristas dispongan de santuarios”, concluyó Obama.
