El excomandante de la Resistencia Nicaragüense, Guillermo Miranda, respaldó el informe del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y dijo que se debe tomar la investigación y llevarla a los organismos internacionales para denunciar al Gobierno y al Ejército de Nicaragua como criminales de guerra.
“(La Resistencia Nicaragüense) …responsabilizamos totalmente al Ejército de Nicaragua por generar lo que se le llama en Derecho Internacional ajusticiamiento preventivo o ajusticiamiento extrajudicial, que ya lo han hecho en el pasado”. Miranda citó otros atentados similares como el de La Penca, cuando durante una conferencia de prensa se introdujo una bomba para matar al sublevado “Comandante Cero”, Edén Pastora, ahora funcionario del gobierno del presidente inconstitucional, Daniel Ortega.
“Lo hicieron con el comandante ‘Yajob’, lo hicieron con ‘El Charro’ dándole un celular preparado con una bomba… todo el tiempo lo han utilizado. Recordemos que al mismo Edén Pastora, en el tiempo que él los adversaba, le hicieron llegar una bomba en una cámara”, afirmó Miranda.
En parte del informe, el Cenidh indica que “los testimonios son coincidentes en señalar la movilización inmediata, tras la explosión, de más de una veintena de soldados del Ejército quienes estuvieron desde horas antes de los hechos en la comunidad”.
ILICH BUITRAGO
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Aunque la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) aún no concluye su informe final sobre las investigaciones realizadas en relación con el estallido de una bomba enviada en una mochila a supuestos grupos armados, ocurrida en la comunidad de El Portal, Santa María de Pantasma, en Jinotega, considera que existen indicios de que la operación fue ejecutada por efectivos el Ejército de Nicaragua.
De esa manera, los adelantos de la investigación de la CPDH coinciden con lo revelado por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
El informe le valió una descalificación al Cenidh por parte del inspector general del Ejército, mayor general Adolfo Zepeda, situación que preocupa tanto al secretario ejecutivo de la CPDH, Marcos Carmona, como al recién nombrado secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez, pues consideran que esto es un indicativo de lo que alegarán en futuras investigaciones.
CENIDH SEÑALA AL EJÉRCITO
El Cenidh concluyó que los sucesos acaecidos el 20 de enero donde murieron tres personas, una de ellas después del estallido (el señor Modesto Duarte), fue resultado de una operación militar en la que participó el Ejército primero y luego la Policía. Los otros dos son miembros de supuestos grupos armados.
Un día después de conocerse el informe del Cenidh, el mayor general Zepeda alegó que esas conclusiones no contribuyen a la institucionalidad del país, así como que las investigaciones relatadas en los medios de comunicación alrededor de ese caso le parecen hechas por “gente no capaz”.
“Es peligroso que cualquiera se erija como investigador y venga a decir: ‘Esta es mi investigación y estas son mis conclusiones’. Eso no es positivo para el país”, indicó Zepeda.
Carmona lamentó “la apreciación del Ejército sobre este trabajo de campo” que realizó el Cenidh, y señaló que en el caso de la CPDH, aunque no es asesorada por ninguna de las reconocidas agencias internacionales especializadas como la KGB o la CIA, tratan de hacerlo con transparencia.
En este caso, dijo que la CPDH escuchó los testimonios de la población, sobre lo que él desde un inicio calificó como un hecho terrorista.
“También decíamos de acuerdo a los testimonios que recibíamos, que existían indicios de suponer que la operación fue ejecutada por el Ejército de Nicaragua”, manifestó Carmona.
HUBO ABUSO DE FUERZA
“También comprobamos que hubo abuso de la fuerza y autoridad por parte del Ejército de Nicaragua, en cuanto a que las personas que fueron detenidas denunciaron haber sido víctimas de patadas, culatazos y ofensas verbales… no entendemos ¿por qué el Ejército dice que no tuvieron presencia en estos lugares?”, señaló Carmona.
Por su parte, Leiva Sánchez manifestó que las declaraciones de Zepeda demuestran el desprecio que tienen al trabajo que realizan las organizaciones de Derechos Humanos.
“Es lamentable que se menosprecie y que se le diga a un organismo serio como es el Cenidh que su trabajo no tiene un fundamento, cuando uno de los actuares de todos estos organismos comprometidos con el tema de derechos humanos es lo investigativo”, expuso Leiva Sánchez.
Agregó que con estos descalificativos buscan restar credibilidad al trabajo que a diario hacen las organizaciones de derechos humanos, tras recordar que como defensores de derechos humanos tienen un mandato claramente establecido en las Naciones Unidas y están tutelados en el derecho internacional. “Esto no es más que el reflejo de un Estado que le incomoda y no acepta las críticas constructivas que hacemos”, sostuvo el representante de la ANPDH, organización que todavía investiga ese suceso.
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