Pocos sabían sobre la agridulce relación entre Katy Perry y Taylor Swift. Ambas han declarado porque el desagrado es mutuo. El primer punto es el músico Jhon Mayer. Él fue novio de ambas —en tiempos diferentes, claro— pero la razón, según dijo Perry en la revista Elle es que Swift la acusó de robarle el staff de bailarines que usaría en su tour con el propósito de sabotearle la gira.
Una fuente cercana a Katy Perry dijo a la revista Hollywoodlife que ella tiene un pésimo concepto de Taylor, porque es falsa. Como si fuera poco Perry dijo que su rival musical “juega el papel de la princesa” y que los medios la tachan de la villana del cuento pop.
En respuesta a todos los señalamientos, en su más reciente disco 1989, Swift incluye un tema llamado Bad blood (mala sangre, en español), que según insinúa la letra se trata de una mujer, también del medio. No menciona nombres pero el tema está relacionado con lo sucedido.
Antes de lanzar el tema Swift declaró en la revista Rolling Stones, que el tema surgió a partir de “algo horrible” que una artista le hizo y que se trataba de “una chica mala sin nombre” y llama “posible enemiga”.