El expresidente de Guatemala Alfonso Portillo (2000-2004) regresa hoy al país tras purgar una condena por corrupción en una prisión en Colorado, Estados Unidos, en medio de expectativas políticas, el entusiasmo de su familia y la críticas de la iglesia católica.
La justicia norteamericana reconoció el tiempo de prisión servido en Guatemala, donde el expresidente de 63 años estuvo detenido desde enero de 2010. En 2011 fue absuelto en los tribunales guatemaltecos por el supuesto desfalco de 15 millones de dólares del Ministerio de la Defensa en 2001, pero no recobró su libertad por el pedido estadounidense de extradición.
El 24 de mayo de 2013 fue extraditado a Nueva York, donde fue sentenciado a setenta meses de prisión. Aunque al inicio Portillo rechazó todas las acusaciones en su contra, el 18 de marzo de 2014 se declaró culpable y llegó a un acuerdo con la Fiscalía estadounidense con lo que evitó una pena de cárcel mayor.[/doap_box]
El esperado retorno del carismático exgobernante, que está previsto para esta noche, amenaza con agitar el panorama electoral de septiembre. Pese a su condena por corrupción, mantiene un fuerte respaldo entre la población, y aunque ha evitado confirmar si buscará un cargo electoral o apoyará a algún partido político, los dirigentes han buscado un acercamiento para llevarlo a sus filas.
El 2 de mayo, el Tribunal Supremo Electoral definirá la fecha para elegir un nuevo presidente y vicepresidente, 158 diputados, 338 alcaldes y 20 diputados al Parlamento Centroamericano para un período de cuatro años.
IMPORTANTE PARTICIPACIÓN
El politólogo independiente José Dávila aseguró que la participación de Portillo en el proceso electoral sería fundamental para la agrupación que apoye debido a “la trayectoria política y porque ese tipo de discurso popular sigue siendo válido, inclusive a pesar de esta situación judicial que ha pasado”.
“Portillo tiene un voto cautivo y cautivado, por lo tanto arrastra cierto porcentaje electoral, tiene sus votos, sobre todo en sectores populares, campesino, indígena y rural, más que lo urbano donde es rechazado”, agregó.
Asimismo, estimó que la acusación legal en Guatemala no lo afecta debido a que fue absuelto y siempre acusó a “grupos hegemónicos” de perseguirlo judicialmente.
El precandidato del oficialista Partido Patriota (PP, derecha), Alejandro Sinibaldi, delfín del actual presidente Otto Pérez, cree que el regreso de Portillo marcará en buena medida el caudal electoral debido a la popularidad de la que goza. Por ello, vaticina, la mayoría de partidos buscará un acercamiento con Portillo, quien “puede influir en las elecciones”.
Manuel Baldizón, el principal opositor y favorito en las encuestas para ganar la presidencia, el abanderado de Libertad Democrática Renovada (Líder, centro derecha), afirmó que su agrupación recibiría a Portillo si él así lo decide.
La precandidata de la exgobernante Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, socialdemócrata), Sandra Torres, consideró que la participación de Portillo no afectará el panorama electoral, pero adelantó que “las puertas están abiertas” para todo aquél que comparta el interés del partido.
El arzobispo metropolitano, Óscar Julio Vián, indicó el domingo que no hay que olvidar que el expresidente robó.
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