Nicaragua se convirtió en el primer país de Centroamérica en abrir un centro de lactancia materna dentro de una empresa textil de zona franca, cuyo fin es que las obreras de las maquilas puedan amamantar a sus hijos en medio de la jornada laboral.
[doap_box title=”Inversión: 20 mil dólares” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Hansae Internacional genera 3,356 empleos, de los cuales el 58.83 por ciento son mujeres. Se cuantifican anualmente 840 trabajadoras embarazadas.
Este centro de lactancia tiene nueve áreas, las cuales serán utilizadas de forma simultánea con cuatro horarios establecidos en un día laboral.
La inversión de este centro, según la administración, fue de veinte mil dólares.[/doap_box]
Las afortunadas obreras beneficiadas con esta iniciativa son las que laboran en la zona franca Hansae Internacional, en el municipio de Niquinohomo, en el departamento de Masaya, a 42 kilómetros de la capital.
Ayer tras la inauguración de la sala de lactancia, Silvia Vargas, una de las beneficiadas de esta obra, consideró que de esa forma la empresa no solo está enfocada en la producción de los trabajadores, sino también en la alimentación de los hijos recién nacidos de las obreras.
Daniel Shin, gerente general de la textilera, dijo que esta iniciativa tiene como objetivo el beneficio de las trabajadoras.
Este proyecto consiste en que las trabajadoras de las maquilas de las zonas francas extraigan la leche materna, en un momento determinado, para que esta sea refrigerada y luego llevarla a sus hogares para suministrarla a sus bebés.
La coordinadora del programa Better Work Nicaragua, de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Elena Arengo, destacó en el acto de apertura de ese centro que Nicaragua se convierte en “el primer país en Centroamérica que se embarca en esta iniciativa”.