“En Honduras y Nicaragua el antropólogo William Van Davidson encontró más información sobre las imágenes de los cristos negros”, reveló el historiador Jaime Incer Barquero, quien acompañó al investigador en su recorrido investigativo por las iglesias y ermitas de Nicaragua.
“En medio del caserío, había un hermoso sauce y al pie de él, se hizo un sencillo chinamo donde se expuso a la veneración pública la sagrada imagen… por lo que dieron en llamar ‘el Señor de Esquipulas de El Sauce…’” cuenta la historia del santuario del Cristo Negro de El Sauce.
Esta reliquia llegó en 1723, cuando Guadalupe Trejos, quien iba a Guatemala, portaba la efigie e hizo una parada en esta comarca. Al morir el custodio la imagen se quedó este sitio ahora convertido en uno de los más importantes santuarios del Señor de Esquipulas, refiere el libro.
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Según Incer Barquero, en nuestro país se encontraron más de cuarenta de estas reliquias, pero fue en Honduras donde superaron el doble las encontradas, siendo este país el mayor santuario de estas imágenes en Centroamérica.
El libro Los Cristos negros de Centroamérica, de Davidson presenta un inventario amplio de imágenes y reseñas históricas.
Esta labor investigativa le llevó unos treinta años; la primera impresión de esta devoción la encontró en una procesión en Guatemala, en 1968.
Su reciente presentación en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra estuvo a cargo del escritor Jorge Eduardo Arellano. También se contó con la presencia de Marcela Sevilla Sacasa en representación de Fundación Uno, entidad que dio su respaldo a esta iniciativa que forma parte de la Colección Cultural de Centroamérica.
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