Roberto Arriaza y Cristofer González se han sacrificado durante casi un mes en México. Su rutina es la de un reo en el gimnasio, la del lazo entre el fracaso y el éxito. Ambos peleadores consideran que han avanzado en técnica: agilidad de manos, movimiento de piernas y combinación de golpes más efectivos. “Don Nacho nos dijo que solamente que nos lesionemos o que la suerte no esté de nuestro lado, no seremos campeones”, indicó Arriaza, el campeón nacional de 147 libras.
Arriaza y González, según su promotor Marcelo Sánchez, tienen previsto pelear en la velada del próximo 14 de marzo en Managua, con rivales todavía por definirse, aunque se conocía que “Dinamita”, seudónimo de Roberto, chocaría ante un púgil azteca por un título latino.
“El 11 de marzo regresamos. Yo ando en seis libras arriba de mi categoría, mientras que Cristofer cuatro. He tenido problemas con mi nariz, sangra mucho por la altura y dejé el sparring porque me lastimé”, explicó Arriaza.