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Je Suis Charlie

Shalom, hoy es un buen día para morir —me interpeló a quema ropa el hombre en pleno año nuevo y me agregó acaloradamente mientras subíamos la Loma de Tiscapa—.

Shalom, hoy es un buen día para morir —me interpeló a quema ropa el hombre en pleno año nuevo y me agregó acaloradamente mientras subíamos la Loma de Tiscapa—.

El ambiente urbano es tecnológico, maduro e industrial, la tierra está mojada, el sol sigue brillando, los plenilunios son cada día más bermejos y el tiempo sigue su marcha y nadie lo puede evitar, ¿nadie puede? Nadie puede como un día Carlos Magno lo hizo en Roncesvalles según el canto de Roldán, ¿porqué el tiempo es una bala circular que gira y rueda buscando a quien herir o matar?, no hay nada nuevo en el cielo y en la tierra que no contenga la vida y la muerte, el bien y el mal, el ser y el no ser, o el ser y la negación del ser y la nada.

Porque en el principio fue la utopía, la primera semilla de la creación, los sabios desde el génesis de todo lo existente conocían en su corazón el conector indeleble entre lo existente y lo irrealizable, que era como escrutar el pensamiento de dios o de Dios, porque todo lo demás eran detalles misteriosos como los ángeles que son tan inefablemente terribles tanto en el tercer cielo como en la tierra, ahora, al conocer la espantosa noticia de hoy, me siento como la greda absurda del Alfarero que un día decidió modelarme a su gusto y antojo en el eterno laboratorio del destino y la fatalidad. Hoy en día el árbol de la vida echa sus raíces hacia el cielo búdico mientras sus ramas son el techo de los dos pájaros dorados del cristianismo y el islamismo, íntimos hermanos del templo, en donde el primero come los frutos amargos y melifluos del mundo y el segundo se traga todo hasta el final de los tiempos. ¿Por qué el crimen y el terrorismo son tan funestos y brutales como el asesinato de Caín y Abel o como el abandono del niño Ismael en el desierto? , la sangre de Abel es ahora universal, es el prototipo del remanente arcaico de la humanidad que los equivocados hijos de la esclava hacen ahora correr en nombre de alá-dios, porque el verdadero Alá o Yavé-Dios no tiñe de sangre el corazón de sus hermanos. —Me terminó diciendo con vehemencia cerca del hospital militar—.

Ese día, el amé franfaise (alma francesa) de la caricatura del Charlie Habde había llegado a ser considerada una blasfemia y su directiva fue terriblemente reducida a una hierba seca o una flor marchita que se desvanece en las corrientes del Sena.

El lápiz o la tinta de sus imágenes habían llegado a ser considerado un insulto a las creencias extremas de los caines e ismaeles de los hijos de Abraham hasta llegar a enlutar espiritualmente la vida de los artistas parisinos que se encontraban en el Montparnasse y cerca de la catedral de nuestra señora de Paris (Notradamus de Paris). E Inopinadamente recordé con añoranza al dibujo animado del Charlie Brown de mi infancia, el Carlitos y su perro Snoopy, el niño inquieto y nervioso de 6 años, que lleva una camisa amarilla con franjas negras, pantalón negro, zapatos cafés y tres pelos en su cabeza.

Que afronta las desgracias de su vida desde el lado optimista de la soledad, en compañía de sus inseparables amigos, Linus de 4 años y su inseparable mantita, un año menor que él; su egoísta hermana menor Sally de 3 años, su prepotente compañera Lucy de 5 años, y sus otros compañeros de béisbol todos pésimos jugadores por cierto como el toy pianista Schroeder. —Todos los días lo pasaban por televisión en Israel— me dijo el foráneo transeúnte con nuevos brios en sus ojos y de inmediato se le afloró una húmeda sonrisa que me hizo añorar la tira cómica de los años cincuenta, escrita por Charles M Schulz, mientras el monsieur al cruzar la avenida me dijo adiós con su negro sombrero de alas anchas.

Cultura Je Suis Charlie Loma de Tiscapa archivo

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COMENTARIOS

  1. Lester Alejandro Montano López
    Hace 9 años

    Al mejor estilo de Quiroga y Cortazar, Eugenio Torres retoma el Realismo literario para darnos una pincelada de literatura actual pigmentada de rasgos poéticos, verosimilitudes y una voz narrativa que teje en el lector esa actitud reflexiva y melosa que Torres aflora, la urbanística Managua es el escenario perfecto de Eugenio para evocar literariamente, a como todo artista lo quisiera hacer, pero nadie como él, ese ímpetu de lucha por el rescate de la conciencia y libertad humana.

  2. Hace 9 años

    Excelente trabajo el de mi hermano, se ve sus andanzas en los libros y la universidad, su cuento es una acusación social apegado a la realidad vivida en los paises del viejo mundo retomando con mucha astucia pasajes del libro sagrado por nosotros pero rechazados por ellos. Amen por mi brother y sus extranjerismos muy bien utilizados. Felicitaciones.

  3. BISMARCK DIAZ ALANIZ
    Hace 9 años

    Pienso que el Autor hace una comparacion entre batallas pasadas perdidas con lo que esta ocurriendo en la actualidad, en donde obeservo la mension de los atentados actuales que son justificados nada mas que por una frase de un Dios Yave , Dios , Ala, Buda,en donde todo esto es por El, las frases y comparacion estan bien afirmadas y detalladas , y termino dicendo la Libertad de expresion seguira siendo el IV Poder

  4. Hace 9 años

    EXCELENTE

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