El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) encontró en dos bares a 16 mujeres, entre nicaragüenses y ticas de zonas rurales, quienes al parecer eran prostituidas por una red de tratantes que las reclutaba mediante anuncios de periódicos en los cuales les ofrecían empleos de cajeras.
Ellas fueron encontradas tras allanamientos realizados por el agentes judiciales del la Sección Delitos Contra la Integridad Física, Trata y Tráfico del OIJ en dos bares de San José, la capital del país.
En los mismos operativos, realizados también en dos casas de Tibás y Paso Ancho, siempre en San José, las autoridades capturaron a tres sospechosas de prostituirlas. Ellas son una nicaragüense de apellido Obando, de 42 años; una tica de apellidos Gutiérrez Gómez, de 44 años; y una peruana de apellidos Vargas Juárez, de 47 años.
Según versiones preliminares recabadas por el OIJ, las sospechosas son propietarias de los dos bares allanados. Vivían en las dos casas requisadas en Tibás y Paso Ancho. Ahí reclutaban a las mujeres, preferiblemente ticas de zonas rurales y extranjeras como nicaragüenses, mediante anuncios publicados en los periódicos en los que ofrecían puestos de trabajos vacantes en sus negocios como cajeras.
Luego entrevistaban a las interesadas y les daban empleo con alojamiento incluido en los bares. Cuando ya tenían varios días de trabajar y vivir en los negocios, las dueñas les indicaban que en las cajas registradoras había faltante de dinero y que la única forma de pagarles era vender su cuerpo a los clientes.
A los clientes las víctimas les cobraban 12 mil colones (más de 20 dólares) por estar media hora en la intimidad, en cuartos que estaban dentro de los bares, y 20 mil colones (menos de 40 dólares) por una hora.
En los allanamientos el OIJ decomisó equipo electrónico, aproximadamente dos millones de colones de dinero en efectivo (casi 4 mil dólares), así como gran cantidad de documentación importante para la investigación. Las mujeres sospechosos permanecen bajo orden de la fiscalía.