En un amplio porcentaje de mujeres tratadas con quimioterapia se observa lo denominado “quimio-cerebro” o “quimio-niebla” (del inglés chemo-brain y quemo-fog). Estos términos se utilizan para describir las dificultades cognitivas que se observan hasta en un 35 por ciento de las pacientes, quienes presentan alteraciones en sus capacidades de concentración, organización y planificación de sus actividades diarias.
Para contrarrestar esto, un equipo de investigadores de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) realizó un experimento con un total de 48 mujeres que habían sido sometidas a quimioterapia para tratar un cáncer de mama. Ellas formaron parte de un programa de entrenamiento mental en el que se enseña cómo mantener su concentración en las cosas o cómo mejorar su memoria.
Los resultados son relevantes. Los investigadores encontraron que en las pacientes no solo se redujo su nivel de quejas de funcionamiento cognitivo, sino que además mejoró en las puntuaciones de los test de memoria y mantuvo esa mejora a los dos meses del tratamiento.